José Rodríguez Álvarez, viticultor de A Quinta do Rebolo en Cenlle perdió el domingo casi la totalidad de su cosecha tras el granizo. "No ha quedado nada más que un 20%", se lamentaba ayer en una de sus parcelas en Xubín, durante los trabajos de vendimia, "de lo poco que hay".

Empezaban ayer la recolección después de aguantar "al máximo" con el fin de que la uva cogiese "algo más de grado", pero antes de que la podredumbre o las enfermedades ataquen las cepas, de las casi cinco hectáreas de superficie con las que cuenta su bodega.

Uno de sus hijos, también involucrado en la empresa familiar, reconocía que "después de estar todo el año trabajando, ver como ha quedado casi todo destrozado, hace que se te caiga el alma a los pies". En cuanto a las ayudas, José Rodríguez defendía que todo lo que sea "echarnos una mano viene bien, porque, por desgracia vivimos de esto".