Partieron con lo puesto en las décadas de los años 50 y 60 del pasado siglo, y con ellos el municipio ourensano de Avión perdió a varias generaciones de jóvenes, pues casi todos los hombres y mujeres menores de 40 años marcharon entonces rumbo a la emigración.
Ahora, cada verano, aquellos emigrantes, sus hijos y nietos, regresan y convierten este concello en un crisol de acentos y culturas de los más diversos países de origen. No solo México abonó la grandes fortunas.
En Avión, cuyo topónimo procede, no de los altos vuelos de muchas cuentas corrientes de sus emigrantes en el exterior, forjadas en el mundo de la construcción, mueblerías y los medios de comunicación, sino de la confluencia de este pueblo con las aguas del río Avia, están censados unos 1.800 vecinos. Solo un millar residen en invierno en el municipio, pero estos días el municipio supera los 5.000 vecinos.
"Se habla de los vecinos de Avión que amasaron grandes fortunas en México, pero estos días acogemos y tratamos de adaptar recursos y servicios públicos para emigrantes y sus descendientes que un día partieron a Panamá, Venezuela, Estados Unidos, Argentina y a muchos países europeos", explica el alcalde, Antonio Montero.
Como ejemplo de ese éxodo migratorio de pasadas décadas, frente al censo poblacional de 1.800 empadronados en Avión, hay 2.700 personas que residen en países en el exterior, pero que tienen derecho a voto en este municipio ourensano. Los emigrantes deciden las elecciones.
Cuatro entidades bancarias, más de una docena de bares y restaurantes, peluquerías y tiendas los esperan. "Su regreso es acogido con mucho cariño, pues supone una fuente de ingresos para muchos negocios de la zona; de hecho, le preparamos cada año una fiesta mexicana que este año será el 11 de agosto; pero nosotros desde el Concello trabajamos para todos, porque eso de que Avión tiene una de las rentas per capita de España más altas es irreal", explica.
El 60% de la población jubilada trabajaba en la agricultura y "cobrar pola agraria", como ellos dicen, supone una economía de subsistencia. Por eso el alcalde cree que "se da una imagen equivocada de Avión, porque decir que tenemos una de las rentas per capita más desahogadas, es como decir que cada español come cuatro pollos a la semana: uno se comerá los cuatro y otros ninguno".
Este Concello ourensano que encabezó durante algunos veranos la lista de municipios con más coches de alta gama, entre ellos el Rolls Royce con el empresario Olegario Vázquez Raña se desplaza y va a recoger a veces a sus ilustres visitantes; el municipio en el que todos los establecimientos, como O Luar, antes bar Moncho, en el que se juegan estas mediáticas partidas de dominó con alguna de las mayores fortunas del planeta "respeta mucho al emigrante porque son cordiales, sencillos y dejan mucho dinero durante el verano, pero las empresas municipales que dependen del Concello son otras, como guarderías, residencias de ancianos, ludotecas y actividades como las del club fluvial, donde por ciento disfrutan estos días cientos de personas que están de paso por el municipio", explica el regidor.
Antonio Montero era uno de los invitados ayer al cumpleaños de Doña Gela, la mujer de Vázquez Raña. A la pregunta de si es fácil encontrar regalo para una persona que tiene tanto, el regidor reconoce que "aquí vienen buscando afecto, tranquilidad, otras cosas, no son los regalos materiales lo que les preocupa" .
Tal vez por eso, todo es mutismo. Comerciantes de todo tipo y vecinos guardan un total silencio sobre los gustos y costumbres de sus ilustres visitantes. "Son gente normal, sencilla, por eso nos sorprende tanto este revuelo cada verano", indica una hostelera.
