El Juzgado de lo Penal 1 de Ourense ha impuesto una condena de dos años y medio de prisión para el administrador único de una empresa de carpintería de madera, con sede en Ribadavia, como autor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso medial con un delito contra la Hacienda Pública ocurrido hace ya diez años.

La juez considera probado que el acusado defraudó 236.935 euros a la Agencia Tributaria al presentar 7 facturas correspondientes al año 2007 que no se correspondían con la realidad de la actividad de su empresa "con el único fin de defraudar a la AET, minorando la cantidad a ingresar en concepto de IVA". De hecho, el acusado ingresó 1.397,36 euros ese ejercicio cuando lo correcto habría sido aportar 236.935,27 euros.

La pena impuesta ha sido atenuada por dilaciones indebidas en el proceso y, además de los dos años y medio de prisión, el encausado deberá pagar, en concepto de multa, el triple de la cantidad defraudada. De igual modo, durante cuatro años y medio no podrá recibir subvenciones o ayudas públicas, ni tendrá derecho a beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad Social. En todo caso, esta sentencia no es firme ya que todavía cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Ourense.

Sin intermediarios

Según recoge el relato de hechos probados, en la declaración del IVA de 2007, el acusado aportó "como cuotas deducibles por adquisiciones en operaciones interiores", siete facturas de dos empresas "por pago en efectivo de comisiones para la obtención de obras que le subcontrataban" dos firmas determinadas. Pero, en realidad, las dos empresas que figuraban en las facturas que resultaron ser falsas "no tenían instalaciones, ni maquinaria, ni personal, ni desarrollaban actividades". De hecho, el administrador único de ambas negó haber trabajado con intermediario para el empresario procesado o librado facturas a su nombre.

Igualmente, las dos firmas que subcontrataban la carpintería de madera indicaron que contrataron directamente con él acusado.