La Asociación Animalista Libera llama la atención sobre el potencial peligro que la ola de calor supone no sólo para las personas y sus colectivos más vulnerables, sino también para los animales domésticos, que "se pueden ver sometidos a temperatura nocivas para su salud". Los animales "regulan peor su temperatura corporal, por sus condiciones físicas, por lo que no se recomienda sacarlos a pasear y realizar ejercicio en las horas más calurosas de la jornada", al igual que es necesario proveerlos de un mayor acceso a agua potable durante todo el día, para prevenir "golpes de calor", que pueden ser mortales. En ese sentido, Libera señala algunos de los síntomas de un potencial "golpe de calor", como puede ser el tambaleo, una respiración rápida y dificultosa, la propia negativa a moverse del animal e incluso la pérdida de conciencia.