J. M. B. G. de 33 años, padece un trastorno mental leve que afecta parcialmente a sus capacidades. La Fiscalía ya lo tiene en cuenta al acusarlo por causar presuntamente un incendio forestal, utilizando un mechero para prender fuego. Se enfrenta a 3 años de prisión y a una multa de 2.700 euros. Además, en caso de condena, tendría que indemnizar a la Xunta con cerca de 35.000 euros, que es el importe de los gastos de extinción de un incendio forestal que arrasó 13,7 hectáreas de monte en Sandiás, la tarde del 13 de abril de 2015.

El encausado, sin antecedentes penales, se bajó del vehículo que conducía de camino a su domicilio y, presuntamente, con un mechero que llevaba, prendió fuego al lado de la carretera que conduce al pueblo de Cerredelo, en la parroquia de Couso de Limia, ayuntamiento de Sandiás.

El día era propicio para que ardiera. Había viento con rachas de hasta 50 kilómetros por hora y una humedad relativa media del 36 por ciento. El foco activado con el mechero se propagó, afectando a una superficie de 13,70 hectáreas, la mayoría (12,7) de monte arbolado.

El incendio fue extinguido gracias a la labor del servicio de extinción coordinado por la Xunta. Las llamas afectaron a a fincas de dos particulares, quienes reclaman por los daños ocasionados, sin que conste en la causa el importe. La Fiscalía pide que el presunto incendiario los indemnice, si resulta condenado, con la cantidad que se acredite en la fase de ejecución de sentencia.

El sospechoso llegó a ingresar en prisión provisional por estos hechos, por orden del juzgado de Xinzo de Limia, el 15 de abril de 2015. El juicio iba a celebrarse ayer, pero se aplazó por la ausencia de un testigo.