Hay cuatro colores que describen la calidad de aire que tiene una ciudad. El marrón sería el último de la lista y se aplica cuando el aire que se respira tiene unos parámetros muy por encima de los recomendados para garantizar la calidad de sus vecinos. El verde, es el que define un aire de "calidad buena" con un índice de contaminantes derivados de la polución, desde el dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno al monóxido de carbono y muchos otros, con una presencia muy por debajo del máximo recomendado.
Pues bien Ourense, se suma al verde y es el distintivo que se gana habitualmente cada día, salvo excepciones en los que suele pasar a al distintivo amarillo "el de calidad del aire admisible", con lo cual pese a la alta densidad de tráfico en horas punta, la ciudad está todavía muy lejos de los niveles de peligrosidad y contaminación de las grandes ciudades.
¿Quién lo dice? pues la estación de medición de la calidad el aire instalado hace ya diez años en la Alameda y que ofrece minuto a minuto, información de la calidad del aire que se respira.
Este dispositivo que pasa casi desapercibido y que muchos ciudadanos creen que se trata de un mupi publicitario, es en realidad el "espía" que detecta los parámetros del ICA, Indice de Calidad del Aire.
Se ese indice indica que los parámetros de contaminantes están entre 100 y 150 es decir color rojo, la calidad del aire será mala, y en ese caso, las instituciones competentes, Xunta en este caso tienen la obligación de informar a grupos de formación sensibles, niños, ancianos o enfermos con problemas respiratorios o cardiovasculares, a que eviten en lo posible la exposición de larga duración al aire libre, y no realizar esfuerzos. e. Algo que aquí nunca ha sido necesario aplicar.
En el caso del color marrón, la calidad del aire muy mala con parámetros de contaminación iguales o por encima de 150, algo que ha ocurrido ya en grandes metrópolis y las medidas serían evitar el uso del vehículo particular y subirse al transporte público.
Según los especialistas solo se ha superando concentraciones de partículas menores como las PM10 por encima de lo permitido en momentos concretos como cuando la oleada de incendios de 2011 que sitió la ciudad por sus cuatro costados, lo que unido a la orografía montañosa de Ourense, si debería haber activado las alertas.
En jornadas como la de ayer, con vientos y aire húmedo tomar una bocanada de aire en Ourense es respirar en verde, ateniéndose los parámetros que, en tiempo real muestra a través de la web del concello esta afanosa estación de control de la Alameda.
