Desde el 9 de marzo, la provincia de Ourense registra una oleada de incendios forestales que elevan la superficie calcinada por encima de las 200 hectáreas. Son cifras más propias del verano que de este final de invierno. El calor y la sequía propician la proliferación de focos. El último de consideración afecta a la parroquia de Sever, en Viana do Bolo.

Según la consellería de Medio Rural, el frente ha calcinado 35 hectáreas, la mayoría (27) de monte raso. En los trabajos de extinción han participado agentes forestales, brigadistas y otros medios como la BRIF con base en Laza, que acudió en coche al lugar del incendio.

En la última semana, los principales fuegos han dejado un balance de más de 200 hectáreas de monte calcinadas, entre Carballeda de Valdeorras (111), el Parque Natural del Xurés (35), un frente entre O Irixo y Lalín (24,5 hectáreas), otro más en Piñor (25), otro más pequeño en el Xurés (5) y el de Viana do Bolo (35).

La Xunta solo informa de aquellos de más de 20 hectáreas, pero fuentes de la extinción informan de más focos. En la "raia" portuguesa, cerca de territorio ourensano, hay activos decenas de fuegos que amenazan con llegar a la provincia. Mientras no llueva, esta parece la tónica de este final de invierno en la provincia más castigada por los incendios forestales.