El apoyo de la militancia a Pedro Sánchez fue arrollador y confirmó las previsiones de la organización que esperaba un acto multitudinario. Más que cualquier mitin. El plan A era celebrar el encuentro en el salón Marie Curie del Politécnico y llenar el aforo contando con que alguien permanecería de pie. Pero se quedó pequeño, con gente sentada en el suelo y sin apenas hueco para las cámaras de televisión, por lo que se puso en marcha el plan B, una sala con la misma capacidad en el sótano y una pantalla para poder seguirlo en directo.

El exscretario general entró aclamado por el público con una euforia no vista antes en un acto electoral. El alcalde de Ribadavia, Nacho Gómez, que fue destituido como portavoz provincial después de manifestar su apoyo a Pedro Sánchez, se mostró abrumado: "Impresionante, nunca había visto algo así".

La secretaria de la ejecutiva local, Carmen Rodríguez Dacosta, inició las intervenciones luciendo un vestido con una rosa roja bordada y entre el público se elevaba de vez en cuando una pancarta del PSC mientras un grupo de militantes del Bierzo mostraba carteles con el "no es no". El discurso del candidato fue interrumpido en incontables ocasiones tanto por aplausos como por frases sueltas de algún espontáneo que le llamaba "presidente" o elogiaba su "valentía".

Finalizado el acto asistió a un pincho en el Liceo con unos 175 militantes.