Un octogenario fue interceptado este fin de semana por la Guardia Civil en la A-52, a la altura de As Estivadas (Ourense) cuando llevaba 30 kilómetros circulando en dirección contraria por esa autovía. El hombre, S.B.C. de 80 años de edad y vecino del municipio ourensano de Trasmiras, puso en jaque a varias patrullas de la Guardia Civil, en torno a las 20 horas del sábado, después de que varios conductores alertasen al 112 de un presunto vehículo kamikaze, que circulaba por la A-52 en dirección a Benavente, en Madrid, pero por los carriles opuestos.

Cuando los agentes consiguieron darle el alto, el hombre declaró que él estaba convencido de que los que iban conduciendo al revés eran los otros automovilistas, motivo por el que se descartó que se tratase de un conductor suicida, sino más bien de una desorientación del piloto.

Por ese motivo y tras instruir denuncia por lo hechos, el octogenario será sometido a un reconocimiento psicotécnico extraordinario ante la posible pérdida de aptitudes psicofísicas para la conducción indica la Guardia Civil de Tráfico.

El suceso obligó a activar en la tarde del sábado en el protocolo establecido por la Dirección General de Tráfico para este tipo de casos, con el inmediato encendido de los paneles luminosos de la autovía, alertando de "Vehículo en sentido contrario. Extremen precaución" y la movilización urgente de todas las patrullas que estaban en la zona.

Como resultado de la intervención, a las 20:15 horas era interceptado y se detenía la marcha del Renault Megáne que conducía el hombre, en el punto kilométrico 172 de la A-52, a a la altura de As Estivadas. Tras reconocer que no sabía que iba en dirección contraria, llamaron al hijo del octogenario para que se hiciera cargo de su padre y del coche de este. Por estos hechos se formuló denuncia administrativa. Desde el Subsector de Tráfico hacen un llamamiento para que todas aquellas personas que tengan conocimiento de que cualquier familiar perdió condiciones para la conducción, lo comuniquen.