La segunda noche de frío siberiano en Ourense ha sido mucho peor que la primera con temperaturas en algunas localidades que no se registraban en la provincia desde hacía 15 años. La franja sur, que recorre los concellos entre Calvos de Randín, Baltar y Verín, ha sido la más afectada por esta masa de aire polar con valores por debajo de los -10 grados de forma generalizada y heladas que dejaron un amanecer blanco y seco.

El termómetro se congeló en Calvos de Randín, donde el mercurio bajó hasta los -14,4 grados a las 6.10 horas de la mañana. Fue el valor más bajo registrado en Galicia la pasada madrugada y una mínima que "habría pasado desapercibida" para los vecinos de este municipio, asegura su alcalde, Aquilino Valencia, si la temperatura extrema no hubiese sido de récord. "Ahora luce un sol espléndido y según en qué zona se puede estar en camisa", aseguraba al mediodía. A lo largo del día, el ascenso del mercurio en este concello llegó hasta los 4,9 grados de máxima, lo que supuso una oscilación térmica de casi 20 grados. El alcalde asegura que la sensación térmica no era de excesivo frío en Calvos debido a la ausencia de humedad. "Estoy seguro de que muchas mañanas en Ourense son más difíciles de aguantar que esto", indicó. En esta localidad, dice el regidor, "por suerte no hay nadie que duerma bajo techo y cuando viene el frío los vecinos están en casa bien abrigados".

Desde Meteogalicia explican que esta zona registra mínimas extremas porque su clima es más continental que atlántico.

De hecho, en la contorna, los registros fueron similares, con -12,4 grados en Baltar, donde los terrenos agrícolas amanecieron blancos por la helada. En Xinzo, la estación meteorológica de la agencia española AEMET registró -11,7 grados y en Verín el termómetro siguió bajando hasta alcanzar los -11,1ºC a las 8.40 horas. En localidades como Viana do Bolo, la influencia del frío se prolongó hasta bien entrada la mañana. El valor más bajo fue de 10 grados bajo cero y se registró, según los datos recogidos por Meteogalicia, a las 9.30 horas, iniciada ya la jornada laboral y escolar.

La capital de As Burgas también amaneció bajo una fuerte helada, con los coches que durmieron fuera cubiertos de hielo. El termómetro llegó a los -6,3 grados.

Frente a esto, las máximas apenas superaron los 10ºC en Ourense y Leiro, y se mantuvieron por debajo de este valor en el resto de la provincia con temperaturas muy bajas en localidades de montaña como Manzaneda, donde el mercurio no pasó de los 0,7ºC.

La alerta amarilla continúa activa esta madrugada en los 34 ayuntamientos del sur de la provincia. Las temperaturas ascienden ligeramente a partir de hoy, pero se mantienen las heladas en el interior.