Pablo Queija Pérez y Nerea Fernández Barreira, de solo 20 años, son los últimos nombres en una lista trágica que en la provincia de Ourense incluye a 14 personas este año. Son los fallecidos en siniestros de tráfico desde enero. El doble accidente mortal de la madrugada del lunes en Monterrei subraya aún más el repunte de la siniestralidad mortal que registra la provincia con respecto a 2015. El pasado finalizó como el mejor ejercicio de la serie histórica en materia de seguridad vial, según los datos de la Dirección General de Tráfico. Hasta la fecha han muerto 14 personas: 12 en incidentes trágicos en carretera y 2 en los núcleos urbanos de Verín y Barbadás. Cuatro de los fallecidos eran peatones con una edad media de 77 años. El aumento con respecto al año anterior, es de un 55 %. El de 2015 finalizó con 9 víctimas pese a todo.

A falta todavía de lo que resta de semana, la estadística de siniestralidad vial -que en ningún caso mitigará la pérdida a los allegados de cada víctima- indica que el ejercicio actual es el tercero de la serie con menos fallecidos, después del pasado y de 2013, cuando perdieron la vida en circunstancias similares un total de 12 personas. Tráfico lamenta el repunte de fallecidos, porcentualmente notable este año, pero asegura que el aumento de víctimas mortales no representa un cambio de tendencia. De hecho, en 2014 fallecieron 18 personas en accidentes de circulación.

La tipificación de delitos, las campañas de concienciación y la intensificación de los controles de velocidad, alcohol y drogas ayudaron a rebajar los datos de siniestralidad vial con fallecidos. Sin caer en la complacencia, tal y como recalcan las autoridades y colectivos que trabajan a favor de la seguridad vial, lejos quedan las cifras de comienzos de este siglo.

En 2002 hubo 62 fallecidos

Todavía más el año de mayor siniestralidad desde que existen datos. En 1987 la provincia contabilizó un total de 99 muertes en el asfalto, casi dos cada semana. Entre los ejercicios 2000 y 2010, hubo un promedio de 45 víctimas mortales anuales en accidentes de circulación. El peor año de esta primera década del siglo XXI en la provincia de Ourense fue el de 2002, con 62 muertes en la carretera, más del cuádruple que las de 2016.

Según fuentes de Tráfico y a pesar de dramas tan presentes como el de Pablo y Nerea, el año que todavía no ha terminado representa por ahora el segundo de la historia con menos heridos en siniestros de circulación. En vías interurbanas y el resto de carreteras competencia de la Guardia Civil, desde comienzos de año hasta la fecha de ayer se han registrado un total de 2.002 accidentes de tráfico de todo tipo. La mayoría fueron incidentes que no pasaron de daños materiales entre vehículos. Los más graves dejaron 14 fallecidos así como un total de 54 heridos de gravedad y 235 lesionados de carácter leve.

En un territorio diseminado y rural como Ourense con, un censo de unos 190.000 conductores y 242.000 vehículos por menos de 320.000 habitantes, factores como la dispersión, que canaliza el tráfico por vías secundarias -como la vía estrecha e irregular en la que perdieron la vida los dos jóvenes en Monterrei-, así como el envejecimiento cuentan y suponen uno de los retos en la lucha permanente contra la siniestralidad