El mayor parque de atracciones estacional de Galicia, Pazolandia, ha arrancado en la jornada de ayer con más de cien atracciones y actividades. Los organizadores tienen la previsión de que el número de visitantes se eleve a unas 25.000 personas, en nueve días de programación, que va desde la jornada de ayer hasta el día 4 de enero. La mayor parte de la afluencia, habitualmente, procede de la provincia de Ourense (95%), pero también cuenta con participantes de Pontevedra, el sur de Lugo, A Coruña y el norte de Portugal.

Mediante el pago de una entrada de cuatro euros, las personas que acuden al recinto pueden participar en los talleres y subirse a todas las atracciones de forma gratuita. Por la mañana, Pazolandia permanece abierta de 11 a 14 horas, y por la tarde de 17 a 20. La organización realizó convenios con diferentes concellos de la provincia, que permiten que la población infantil y juvenil procedente de esas zonas pueda acceder mediante el abono de tres euros. En esta edición participarán 4.000 niños, procedentes de cerca de 70 concellos de la provincia que tienen convenio.

Entre las novedades, figuran la araña gigante que hay en la parte exterior del Pazo Paco Paz, llamada Move-It, el incremento de talleres, como los de cocina, el funcionamiento de eco-ciclos, con los que los usuarios se pueden desplazar dentro del pabellón, y la recuperación de los toros mecánicos, que hacía tiempo que no llegaban a Pazolandia.

Las atracciones de feria que están en el exterior, como la araña gigante, suelen contar con mucha demanda, debido a que acceder a ellas tiene un coste de diez euros en cualquier feria o fiesta, mientras que en el Paco Paz se pueden disfrutar gratis, tras el pago de la entrada general. El espacio de juegos y de internet también está repleto, en cada jornada.

Las atracciones para chicos mayores, a partir de 14, 15 y 16 años, se encuentran en el exterior. El pabellón auxiliar está reservado para los más pequeños. En la cancha central hay atracciones para todas las edades. Los talleres están en el primer piso del Paco Paz.

Como ya han transcurrido 24 años desde la primera edición, realizada en 1993, "están llegando padres con sus hijos, que habían visitado Pazolandia como niños, cuando tenían 14 o 15 años", explica el coordinador del evento, Ángel Cid.

Pese a los miles de niños que pasaron por Pazolandia, a lo largo de los 24 años de actividad, nunca se registró un accidente grave en el pabellón. "Eso indica, en primer lugar, que hemos tenido mucha suerte", reconoce Ángel Cid. Pero a eso contribuyen, de una forma decisiva, las exigencias que realiza la organización, a los responsables de todas las atracciones. Tienen que mostrar el certificado de Industria, que garantiza que se encuentran en perfectas condiciones. El Gabinete de Prevención de Riesgos Laborales de la Diputación, hace una inspección rigurosa de todos y cada uno de los espacios. Y a mayores, el Pabellón Paco Paz contrata a un ingeniero industrial especialista, que verifica y certifica por escrito que todas las actuaciones se encuentran en buen estado.

Pazolandia cuenta con un pediatra, especialista en urgencias pediátricas, que "está acostumbrado a trabajar con traumatismos de niños", y personal de Cruz Roja y de Protección Civil. En la puerta del Pabellón Paco Paz "permanece una ambulancia medicalizada, por si hay que trasladar a algún niño a un centro sanitario", destaca Ángel Cid. El recinto cuenta con unas cincuenta personas implicadas en tareas de seguridad.