El proyecto de Lei de Medidas Fiscais e Administrativas, que se incluye dentro de los presupuestos de la Xunta para 2017, abre la puerta a que el concello pueda plantear una nueva ordenación urbanística provisional, si es que a corto plazo no se procede a la aprobación de un nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que se encuentra a la espera del documento de texto refundido de adaptación a la Lei do Solo de Galicia. Es por eso que después de la anulación del plan de 2003 volvió a tener vigencia el de 1986, excepto en los ámbitos que amparaba la ordenación provisional que también fue anulada.

Así se desprende de lo que se contempla en el artículo V, relativo a las medidas provisionales de ordenación urbanística. Y aunque el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, reconocía a FARO que no tuvo acceso a esa documentación, por los datos de que dispone, entiende que "puede ser útil" en esa dirección de poder elaborar una nueva ordenación, toda vez que la que se había aprobado fue anulada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), aunque tanto Xunta como el concello de Ourense presentaron un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

En este sentido, señala que "esta medida de acompañamiento a los presupuestos supone una regulación concreta de las ordenaciones provisionales", en alusión a los problemas que derivaron en una serie de anulaciones, como aconteció con la de Ourense. Uno de ellos es el relativo a la exposición al público, en la que existían diferencias interpretativas, ya que por parte del Gobierno gallego se entendía que no era necesario, aunque los jueces en sus sentencias esgrimieron ese argumento para la anulación de las mismas.

Modificaciones puntuales

Otra de las cuestiones en las que incide las medidas que se concreta en el proyecto de ley de la Xunta, está directamente relacionada con la posibilidad de llevar a cabo modificaciones puntuales de planteamientos "obsoletos" que vuelven estar en vigor por la anulación de los que habían sido aprobados.

Sobre está cuestión, el concejal de urbanismo quiso matizar que la posibilidad de realizar modificaciones puntuales de planteamiento "ya existía, pero no se quisieron hacer", en alusión directa al anterior gobierno socialistas en determinadas cuestiones que posteriormente fueron anuladas por los juzgados y, en otros casos, con orden de derribo, como acontece en estos momentos con las noventa viviendas de tres edificios en la calle Marcelo Macías.

También aclara José Cudeiro que se pueden llevar a cabo modificaciones puntuales del planeamiento en vigor, en el caso de Ourense el de 1986, pero "no para incumplir sentencias judiciales". Dicho lo cual, señala que, aún sin analizar a fondo el proyecto de la Lei de Medidas Fiscais e Administrativas del Gobierno gallego, considera que se trata de poder avanzar en todas aquellas cuestiones relacionadas con la ordenación mientras no se concreta un nuevo planeamiento urbanístico.

De lo que no tiene duda el edil de Urbanismo es que se puede convertir en un instrumento muy útil para los concellos, sobre todo para los que a día de hoy no cuentan con un planeamiento aprobado o con una ordenación que no contempla todo el territorio de actuación.