Registraron como vivienda de convivencia una próxima a locales de clientela latinoamericana en Ourense, con el afán de dar apariencia al engaño, pero fue justo en esos ambientes donde los investigadores de Extranjería descubrieron que un enlace entre dos jóvenes dominicanos era de conveniencia, un "matrimonio blanco", según el argot policial. Ni convivían ni tenían "proyecto de vida" en común, como comprobaron los policías tras varias vigilancias e interrogatorios. Cuatro personas fueron detenidas por presuntos delitos de falsedad documental y favorecimiento de la inmigración ilegal. Pasaron ayer a disposición del juzgado de guardia, que acordó su libertad provisional. Carecían de antecedentes.

La Policía bautizó este caso como "Operación Muralla". Los implicados son el novio -C. J. L. J., de 24 años-, la novia en situación ilegal que quería obtener los papeles -L. R. S., de 27-, así como el padre -J.C.L.L., de 42 años- y una hermana del primero -C. M. L. G., de 23-, que actuaron como testigos y firmaron en el acta del matrimonio.

La mujer en situación irregular -los otros tres cuentan con papeles; a ella se le incoará un expediente de expulsión- pagó presuntamente un adelanto de 2.500 euros a los que se sumaría una cantidad similar en el momento en que obtuviera la nacionalidad española. Según la Policía, el fraude empezó a pergeñarse, con contactos con la interesada, solo 15 días después de que el hijo llegara al país. Los cuatro dominicanos fueron detenidos este martes a las 20 horas.

Para la regularización de extranjeros, es necesario un arraigo profesional o social, con una estancia mínima de 3 años. Los matrimonios "blancos" son una vía utilizada por irregulares, según la Policía, pero "muy difíciles de detectar".

Según explicaba ayer en un comunicado la Comisaría de Policía Nacional de Ourense, "es una práctica habitual entre los dominicanos regularizar a compatriotas suyos "en cadena", siendo el matrimonio o la inscripción como pareja de hecho el primer paso para la regularización, llegando incluso otros compatriotas a facilitar domicilios para efectuar su empadronamiento y simular así una convivencia".

Con este objetivo, continúa la comisaría, "los ciudadanos extranjeros suelen aportar domicilios próximos a bares, discotecas y negocios de ambiente latino para poder dificultar vigilancias y seguimientos de estas personas".

Entró con visado de turista

Indica la Policía Nacional de Ourense que en el transcurso de la investigación "se comprueba que no existe un proyecto en común, residiendo ambos en domicilios diferentes, sin actividad laboral que permita una vida futura en convivencia y nunca han mantenido una relación previa conyugal, siendo la solicitud de matrimonio un mero instrumento al objeto de regularización y obtención de la nacionalidad española. Su entrada en España se realiza con un visado de turista con el único ánimo de acceder a territorio Schengen para de esta forma poder tramitar en España una solicitud de matrimonio".