El asesinato de la productora de cine y teatro Yackeline Salazar engrosa la larga lista de homicidios que registra Venezuela y que ha repuntado en los últimos meses al agravarse al crisis económica. El Observatorio Venezolano de Violencia, OVV, contabilizó en 2015 27.875 muertes violentas, lo que se traduce en una tasa de 90 víctimas por cada 100.000 habitantes, la segunda más alta de Latinoamérica, por detrás de El Salvador.

También son muchos los emigrantes gallegos que se han visto afectados por la delincuencia y el crimen en el país. Nombres como Javier Pérez Penedo, Adolfo Núñez Segade, Francisco Caldas, José Rodríguez Testa, Serafín Feijóo, Antonio Gil o Alberto Vázquez forman parte de la lista negra de la última década a la que habría que sumar otros tipos de delincuencia que incrementan la inseguridad. Juan Soto, también vecino de Ramirás, estuvo cinco días secuestrado en 2011 y un año después, su sobrino oriundo de la aldea de Freás, Serafín Feijóo, moría tiroteado en la puerta de su casa de El Junquito.

Venezuela es uno de los principales destinos de la emigración ourensana, y especialmente de la comarca de Celanova, en América Latina. Hasta 11.862 residentes en el país caribeño tienen derecho a voto en las próximas elecciones gallegas.

Evencio Estévez, primo de José Sousa, muestra su preocupación. "Se quieren venir pero es muy difícil con la situación que ahí allí; mi primo tiene dinero, vive en una mansión y le va muy bien, si se van ahora lo pierden todo", lamenta. "Otro primo me dijo que tienen miedo, que el país está muy corrupto pero que no pueden salir".