El Impuesto de Actividades Económicas, IAE, cuyo cobro voluntario en la ciudad de Ourense comienza el próximo 1 de septiembre, es un termómetro del tejido empresarial de la capital. Y en este caso, tras varios años de retroceso, los ingresos se verán ligeramente incrementados este ejercicio. Crece el número de empresas que tributan por su actividad económica y crece también el importe a recaudar.
No obstante, siguen siendo muy pocas las entidades que están obligadas a abonar este impuesto ya que están exentas del IAE todas las empresas cuya facturación está por debajo de un millón de euros. El padrón actual cifra en 1.055 los recibos con cuota de un total de 17.661, lo que significa que sólo el 6% del conjunto de empresas que opera en la ciudad tiene una cifra de negocio de ese nivel. Reflejo también de que la economía de Ourense la mueve la pequeña y la mediana empresa.
Son 15 entidades más las que este año están obligadas a tributar por su actividad económica, lo que supone un incremento en los ingresos por esta tasa de 14.638 euros, una cifra pequeña pero significativa tras varios años de decrecimiento. En 2010, cuando los efectos de la crisis económica empezaron a observarse en la economía ourensana, el importe recaudado por el Concello ascendía a 1,7 millones de euros.
De estas cantidades que se muestran como totales, no todo se queda en las arcas municipales, una parte se traspasa a la Diputación. En el padrón de este ejercicio la cuota municipal es de 945.966 euros, mientras que la Diputación percibe 354.862 euros.
El período de pago voluntario finaliza el 31 de octubre. A partir de esta fecha, la deuda se exigirá por la vía de apremio con el correspondiente recargo.
