"La ciudad no es accesible del todo, hay muchas cosas que mejorar. La mayoría de quejas que recibimos van en relación a la falta de semáforos acústicos, que es lo que más nos incumbe a nosotros para circular por la calle. También hay quejas en relación a las terrazas, muchos locales no sitúan sillas y mesas dejando el espacio adecuado. Muchas veces es el propio cliente el que no lo respeta. Es un tema complicado, la gente no se para a pensar en que, si pasa una persona con problemas visuales, estamos dificultándole el acceso. Aparte de la labor de la administración, hace falta que el ciudadano se conciencie de que todas las personas necesitamos nuestro espacio, todos debemos pensar en todos".