El Centro de Interpretación de Aquis Querquernis, campamento de la antigua Gallaecia romana, fue el lugar elegido por la asociación cultural y ecologista Arraianos para hacer entrega del Premio Arraiano Maior 2016 a Xosé Benito Reza por "su trabajo en defensa de la naturaleza, de la cultura y de la identidad de la Raia". Xosé Luís Méndez Ferrín, primer Arraiano Maior y autor de la obra que sirvió de inspiración al colectivo para darle nombre, fue el encargado de realizar una semblanza emotiva del premiado; Isaac Alonso Estraviz se encargó justo después de entregarle la Aguillada Arraiana, que año a año pasa de mano en mano entre las personalidades galardonadas.
Tras el acto de entrega del galardón, los asistentes pudieron ser testigos del estreno del documental Cesteando, que abrió paso a un debate posterior en el que se reflexionó sobre la relevancia de la cultura tradicional y su relación con la tierra y la libertad personal.
Xosé Benito Reza acumula más de cuarenta años de relación con el medio ambiente, desde "los diecisiete o dieciocho años, que ya recorría en tienda de campaña todas las montañas de la Raia", recuerda el premiado, autor de varias obras que muestran la realidad de aquello que considera su hábitat, como Vivir en Ancares o La Ribeira Sacra.
El origen
El distintivo en cuestión nace en el año 2009 con el objetivo de "destacar el trabajo de las personas que se distinguieran por la defensa y divulgación de la identidad arraiana tanto a nivel material como inmaterial, gente que contribuyese a extender el espíritu arraiano", afirma el coordinador del premio, Aser Álvarez, que reconoce que la meta principal tanto del colectivo Arraianos como del propio premio es desfronterizar la frontera aún operativa entre Galicia y el norte de Portugal. El nombre oficial del colectivo recoge el título del "mejor libro de relatos de la literatura gallega: Arraianos, de Méndez Ferrín, en un acto de recuperación del vocablo arraiano, en desuso hasta la fecha", señala Álvarez.
Un colectivo con iniciativa
Arraianos nace en el año 2004 para poner de relieve la importancia histórica de una zona autóctona de Galicia que refleja la nimia diferencia entre el pueblo gallego y el luso. Entre los proyectos más relevantes, se sitúa la recuperación de la memoria histórica en Tierras de Celanova, la inauguración del mural en honor a las víctimas de la represión franquista, la revista Arraianos y el Centro Terapéutico, Cultural y Educativo "A Chaira de Amoroz" , ya en funcionamiento, en el que se hacen terapias con animales para jóvenes con discapacidades en lo que es un claro ejemplo de uno de los pilares fundamentales del colectivo Arraianos: tender la mano a los grupos más desfavorecidos de nuestra sociedad y a aquellas personas que se encuentren en riesgo de exclusión.
