El centro "Montefiz", para cumplimiento de medidas de internamiento terapéutico, y el reservado para ingresos en régimen cerrado, semiabierto o abierto de "Monteledo", -dos reformatorios gestionados por entidades privadas y emplazados en un mismo complejo de las afueras de Ourense-, albergan a los menores que han cometido delitos y tienen alguna medida judicial. Pero para aquellos jóvenes con graves trastornos de conducta, "desafiantes e incumplidores de normas" e incluso maltratadores psicológicos de sus padres; para los absentistas reiterados o para aquellos menores de 18 años con problemas graves de comportamiento, "cuando la respuesta no es la vía penal", el sistema no ofrece ninguna instalación adecuada desde hace más de cuatro años. Las obras en el centro público de Montealegre, el concebido para reconducir a este perfil de adolescentes, se eternizan. La carencia preocupa a los terapeutas y a la Fiscalía. La Policía Autonómica confirma una de las consecuencias de este déficit desde 2012: más fugas.

La falta de un centro educativo especial obliga a que muchos de estos adolescentes acaben en el de protección ordinaria de A Carballeira, que se ha convertido en "un cajón de sastre", pese a no ser el idóneo para este tipo de jóvenes, con una casuística variada que va desde los problemas de conducta al consumo de sustancias tóxicas o la presencia de algún tipo de trastorno psíquico, según fuentes que trabajan con este colectivo. Al tratarse de un centro de régimen abierto, las salidas de menores conflictivos y con trastornos de conducta son habituales. Lo confirma el responsable provincial de la Policía Autonómica, Indalecio Freire.

Según el mando, cada día hay 4 agentes en la Unidad Adscrita de Ourense -con posibilidad de refuerzo si la situación lo requiere- que se dedican a buscar a menores, tanto a los que se ausentan de los centros (en los de régimen cerrado las fugas son mínimas, salvo en un permiso), como a los que faltan de sus domicilios (en estas últimas, más frecuentes en el verano, en la búsqueda participan todas las fuerzas de seguridad). Sobre la inexistencia de un centro especial para este tipo de adolescente, Freire coincide en la necesidad de una instalación "terapéutica en la que los chicos puedan estar más controlados de acuerdo a sus necesidades".

Hace unas semanas, según explica el jefe de la Autonómica, "nos vimos en el problema de no saber adónde llevar a una chica de 15 años con problemas psiquiátricos; al final ingresó en un centro de Pontevedra". A Carballeira no es la solución para los jóvenes con problemas de comportamiento, porque no es un recinto educativo especial, sino de protección ordinaria bajo tutela de la Xunta -para, por ejemplo, chicos huérfanos y sin familiares o tutores que asuman la patria potestad-, en el que, además, "al tratarse de un colegio abierto el que quiere escapar, escapa". Manuel Gallardo, miembro del comité de empresa de Política Social y responsable de la CIG en el sector de la administración pública, remarca esta idea: "El centro de A Carballeira no está preparado. Es de acogida, no de reforma ni de educación. Se están derivando a menores con otro tipo de problemáticas, por lo que la convivencia, ya complicada, se hace todavía más".

Obras sin fin en Montealegre

Cuando la Xunta consumó en abril de 2012 el cierre de Montealegre, pese a las críticas del personal y de los expertos, los 17 menores que estaban en el centro fueron realojados en A Carballeira. Esa fue la avanzadilla. Entre voces que apuntaban a una privatización, la administración justificó la clausura por la necesidad de acometer reformas. El proyecto de remodelación de las instalaciones era de casi un millón de euros pero se vio incrementado en otros 800.000 para subsanar más deficiencias. La apertura se anunció inicialmente para finales de 2013 o principios de 2014. Retraso tras retraso, aún no tiene fecha. "La Xunta tampoco ha aclarado si será público o privado ni a qué perfil de menores se dirigirá. No hay planificación ni respuesta", denuncia el sindicalista.

La Fiscalía Provincial hace notar en su última memoria, la relativa al año 2015, el déficit en la cobertura del sistema: "En nuestra provincia no radica ningún centro para menores con trastornos del comportamiento y dificultad de adaptación social". El único de estas características existente en Galicia es el centro "Chavea", una mini residencia ubicada en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). Ourense espera.