Ni constan amenazas contra ningún miembro de la corporación ni se registraron incidentes similares en el municipio. El alcalde de A Pobra do Trives (2.245 habitantes), el independiente Francisco José Fernández Blanco, está convencido de que los dos balazos que impactaron contra una ventana trasera de la casa consistorial se deben a "una gamberrada que se le fue a alguien de las manos. Les dio por disparar un arma de fuego igual que pudieron lanzar una pedrada".

Dos proyectiles alcanzaron una ventana situada en el primer piso del edificio municipal, en la parte trasera, que da a una finca particular y, posteriormente, a la calle. Uno de los disparos quedó incrustado entre los dos vidrios, mientras que otro, el de la trayectoria más elevada, llegó a perforar el cristal de seguridad y fue a parar contra la pared, cerca del ascensor. Los hechos ocurrieron en algún momento del puente festivo con motivo del Día de Galicia, posiblemente por la noche. La Policía Local, cuyas oficinas se encuentran en la casa consistorial, tuvo constancia del acto la tarde del martes.

El cristal, de aproximadamente 2,50 metros de altura, tiene la función de dar luz a un vestíbulo donde se sitúan las oficinas de administración, el ascensor y las dependencias del servicio municipal de seguridad. Con la persiana bajada, el daño de los balazos no era visible desde la calle. Una vez que la Policía Local descubrió la escena, dio aviso a la Guardia Civil.

Un arma de calibre pequeño

Los agentes del instituto armado se personaron el martes por la mañana, comprobaron que se trataba de impactos de bala y dieron aviso a la Policía Judicial. Los agentes de investigación efectuaron una inspección ocular. Por los escasos restos de pólvora que impregnaron el cristal , el arma usada es de un calibre pequeño. Según la agencia EFE, podría tratarse de una escopeta.

Para Fernández Blanco, los dos balazos suponen un acto vandálico "aislado" que "no va contra nadie", lamentando en todo caso los desperfectos causados en la casa de "todos los vecinos". El regidor planeaba presentar denuncia ante la Guardia Civil, ayer por la tarde, o esta mañana. Con posterioridad pondrá los hechos en conocimiento de la aseguradora, para poder reponer el cristal dañado y para que se cifren los desperfectos en caso de que se dé con el autor o autores de los disparos. Si se demuestra la culpabilidad del responsable, tendría que hacer frente a la factura.

Tras la recogida de evidencias en la consistorial, la Guardia Civil ha abierto una investigación para averiguar quién pudo ser el autor de los disparos. La ventana da a un patio interior al que, para acceder, es necesario superar una puerta de cierre desde la vía pública.

Los disparos tuvieron que producirse en algún momento del puente festivo, desde el viernes de la semana pasada, aunque los vecinos de la zona no escucharon tiros ni nada extraño que les llamara la atención. Cierto es que hubo fiestas parroquiales en una aldea de las proximidades, por lo que no se descarta que el ruido de los fuegos de artificio pudiera camuflar los disparos, o bien que estos fueran confundidos con los primeros.