Sin antecedentes penales, G. A. S. B., con autorización temporal cuando ocurrieron los hechos, y E. D. T. V., nacionalizado desde el año 2008, se libran de prisión, aunque sobre ellos pende una espada de Damocles si vuelven a delinquir. Ayer se conformaron con una condena rebajada a 2 años de prisión por dos delitos de lesiones, cada uno. Reconocieron haber agredido con una botella rota a otro joven, tras una discusión iniciada por un menor de edad. En caso de no haber accedido al acuerdo, los agresores se habrían enfrentado a la posibilidad de un castigo de 5 años de cárcel.

Ocurrió a las 7 de la mañana del 18 de abril de 2014. El menor comenzó una discusión con la víctima, porque le había recriminado que molestar a unas amigas. El adolescente lanzó una patada al joven y los dos acusados se unieron a la pelea. Puestos de acuerdo, le golpearon con una botella rota en la cabeza y en el cuello. Además lo arrojaron al suelo y allí siguieron propinándole diversos golpes.

Según el parte médico del forense, la víctima sufrió heridas inciso contusas que requirieron puntos de sutura. Estuvo 4 días impedido totalmente para sus ocupaciones habituales. Le ha quedado una cicatriz cervical.

Con un objeto punzante

En ayuda de la víctima apareció un amigo suyo. Tal y como se considera probado, los dos adultos también lo arrojaron al suelo y lo golpearon repetidamente. Además fue agredido con un objeto punzante por parte del acusado Guillermo Andrés. Sufrió un traumatismo craneoencefálico y necesitó puntos de sutura. Como secuelas le quedaron cicatrices en el hombro izquierdo y la región parietal del mismo lado.

Cuando un tercer interviniente trataba de socorrer al segundo agredido, también recibió un golpe con una botella en la cabeza.

El acuerdo de conformidad sellado ayer por la defensa y la Fiscalía zanja el procedimiento. Ante la aceptación de condena por parte de ambos encausados no fue necesaria la celebración de la vista oral.