La octogenaria hallada muerta ayer en su casa del barrio de O Couto, en Ourense, en compañía de su marido, quien se encontraba tendido en el suelo del baño inconsciente y con síntomas de deshidratación, falleció de causas naturales unos cinco días antes de que su hijo encontrara su cadáver.

La mujer era la que se ocupaba íntegramente de las tareas de la casa y de la atención a su marido, con alto grado de dependencia y alzhéimer. Al fallecer ella de forma repentina, se cree que el hombre no fue capaz de alimentarse por si mismo desde el jueves de la semana pasada, fecha desde la que habían dejado de verles los vecinos del inmueble, y en la que podría datarse la fecha de la muerte de la anciana. Sus convecinos no dieron la voz de alerta porque "creíamos que se habían ido unos días al pueblo" afirma una vecina.

El cuerpo de Digna, de 84 años de edad fue hallado a mediodía de ayer por su hijo quien, después de varios días sin poder contactar con sus padres telefónicamente y comprobar que no abrían la puerta acudió con un cerrajero para acceder a la vivienda, un segundo piso de la finca número 11 de la calle Gregorio Fernández, en el barrio de o Couto.

En el interior se encontró el cadáver de su madre en la cama del dormitorio del matrimonio, mientras que su marido, , E.N.N. de 86 años de edad estaba tendido en el suelo del cuarto de baño, inconsciente. Se cree que como caminaba con dificultar, pues llevaba muletas cayó al suelo y ya no pudo levantarse por si mismo.

La Central de Emergencias del 112-Galicia, recibió a las 11.50 hora de ayer una llamada del hijo de las víctimas, alertando de lo sucedido.

Hasta la vivienda se desplazaron efectivos de la Policía Nacional, Policía Local, una dotación de bomberos y una unidad medicalizada del 061. El anciano fue atendido por los equipos sanitarios en la propia vivienda, donde le fue diagnosticada alguna contusión fruto de la caída y síntomas de deshidratación. El hombre fue trasladado al CHUO, donde evoluciona favorablemente y se espera sea dado de alta en los próximos días

Los equipos médicos y posteriormente el médico forense solo pudieron certificar la muerte de la mujer a la que le fue practicada la autopsia. Se encontraba en cama y vestida con el camisón, por lo que se cree que la muerte le pudo sobrevenir en la madrugada del jueves de forma natural y ya no llegó a levantarse para realizar sus tareas cotidianas, cuyo centro era el cuidado de su marido.

Muy conocidos en el barrio

"Era ella la que se ocupaba de ir a la compra cada día, y se ocupaba de él porque además del principio de Alzhéimer del marido, este había sido operado hace unas semanas de la cadera y tenía problemas para moverse, de hecho andaba con unas muletas", explica una vecina del inmueble.

Llevaban más de veinte años viviendo en ese edificio de calle Gregorio Fernández "y nunca tuvieron problemas con nadie; creemos que ellas atención externa para atender la casa y a su marido pero se la veía optimista pese a su edad y con salud para afrontar tanto trabajo" afirma la misma fuente.

Cada tarde salían a charlar s con otros vecinos de su edad bien en los bancos de su propia calle o en un parque próximo. Algunos ya no les veían desde el martes.