La calle que dará acceso directo en automóvil, desde el centro de Ourense, al edificio judicial todavía permanece cerrada, aunque su apertura se presume ya próxima tras el inicio de las labores de pintado de la señalización de tráfico en la calzada, justo en el tramo inmediatamente anterior a la rampa construida para eliminar un desnivel y muro existentes antes de la reforma, que costó 180.000 euros. Los trabajos comenzaron ayer y según el portavoz del Concello de Ourense, Pepa Araújo (PP), deberían estar finalizados esta misma semana para permitir la apertura del tramo.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que además ostenta la consellería de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, hizo una visita de tintes inaugurales a mediados de marzo. La obra estaba vallada entonces y así permanece, pese a que la previsión comunicada en la visita hablaba de una espera de unos días.

El acceso por el eje natural de comunicación con el juzgado, desde el centro, solo está abierto para el paso de peatones. Los automóviles que procedan del núcleo de la capital deben seguir dando un rodeo para llegar a la entrada del edificio, al que cada día acuden cientos de personas. El tramo en el que se realizan labores de pintado reserva algunas plazas de aparcamiento, en una zona que ha ganado afluencia pero carece de ellas.