La Comisaría de Ourense cuenta con un subgrupo de 11 agentes adscritos a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), un servicio dedicado a la prevención de la delincuencia y a la intervención en actos multitudinarios, protestas o en labores de refuerzo de la seguridad cuando intervienen otras brigadas. Ayer fueron destinados al edificio judicial de Ourense para evitar posibles incidentes en los exteriores y durante las comparecencias judiciales de los investigados y de las víctimas, testigos fundamentales.

Los dos varones que resultaron heridos por la lluvia de disparos prestaron declaración, tras ser conducidos a la sede de la calle Velázquez por policías de paisano. Llegaron y se marcharon con absoluta discreción y bajo control permanente de las fuerzas de seguridad, para impedir cualquier incidente.

Una docena de personas de etnia gitana aguardaron las ocho horas de espera, desde de la puesta a disposición de los detenidos, hasta que fue notificado el auto de ingreso en prisión preventiva a cuatro de ellos. No se registró ningún tipo de incidente.