Siete voluntarios se reparten las tareas para canalizar la recogida y distribución de alimentos a las familias del barrio ourensano de Mariñamansa. Los jueves por la tarde, el goteo de personas que acuden a buscar fruta, leche, pan u otros productos de necesidad es constante. La parroquia de San Pío X entregó el año pasado cerca de 30 toneladas de alimentos -casi la mitad aportadas por el Banco de Ourense-, "y la previsión es que cerremos 2016 con el doble", subraya Manuel Santos, uno de los colaboradores de la iglesia.

En esta zona populosa del este de la ciudad, son 185 familias las que reciben ayuda alimentaria o económica para salir adelante, según el párroco, Luis Rodríguez. Los voluntarios llevan una estadística detallada para medir cómo evoluciona la pobreza. Los datos funcionan, además, como un censo de las personas que, tras un primer contacto y estudio de documentación y necesidades, tienen derecho a alimentos.

114 familias, 93 menores

A cierre del año 2015, había 114 familias registradas, con un total de 287 personas receptoras de productos básicos. Más de la mitad, 160, eran mujeres; 110 de las cuales están en la franja de actividad (16 a 64 años), pero lastradas por la falta de empleo o ingresos suficientes. Noventa y tres de estos usuarios son menores de edad.