Celso Blanco era muy querido, por su trato amable y actitud "servicial", según destacó el principal sindicato, el SUP, tras conocerse su muerte. Ayer, decenas de compañeros de la Policía Nacional, así como de otros cuerpos y del ámbito judicial, arroparon a los familiares del agente, en el funeral que tuvo lugar ayer por la tarde en la Iglesia de la Inmaculada, en el barrio ourensano de Barrocás. También estaban presentes el subdelegado, Roberto Castro, y el jefe superior de Policía de Galicia, Manuel Vázquez.