El caso del joven de Ribadavia, Abraham Carrera, que perdió la condición de becario por buen estudiante no es aislado. La Universidad de Vigo ha registrado varios desde que el Ministerio de Educación y Ciencia, MEC, modificó las bases de la convocatoria en el curso académico 2013-2014. Además de elevar la nota de corte en las becas de acceso a grados y máster, entre las novedades que incorporó el entonces ministro José Ignacio Wert está el artículo 23.8, que regula los supuestos de alumnos que, como Abraham, deciden cambiar de estudios. El decreto impone como requisito que el número de créditos convalidados en la nueva titulación sea como mínimo igual al número de aprobados en la anterior. Se hizo así para garantizar que el alumno becario había obtenido un rendimiento aceptable en los estudios que abandona y evitar así la picaresca supuestamente detectada en alumnos que se matriculaban en carreras fáciles para obtener buenas notas y mantener la condición de becario al pasarse a la deseada.

No es el caso del alumno de Ribadavia que cambió una ingeniería por otra. Aprobó primero de Enxeñaría Industrial con una media de 8,6 y al matricularse en Enxeñaría Informática este curso en Ourense le convalidaron 42 créditos. Pero antes había superado los 60, con lo que los números no salen y ahí la convocatoria es clara: no cumple los requisitos. A pesar de haber obtenido un rendimiento académico extraordinario y de demostrar un gran talento.

Lo reconocía ayer la Vicerreitoría de Estudantes de la Universidad de Vigo que aclara también que su sección de becas funciona como una unidad meramente tramitadora, siendo el Gobierno en Madrid, el que toma siempre la decisión.

No obstante, el hecho de hacerse público y de haber tenido una notable repercusión en redes sociales, ha provocado una reacción positiva. El secretario general de Universidades del MEC, Jorge Sáinz González, mantuvo ayer una conversación telefónica con el rector de la UVigo, Salustiano Mato, en la que, además de otros asuntos abordaron el caso de Abraham Carrera, mostrando el rector su preocupación por la situación de este alumno brillante, así como de los casos que podrían darse en el futuro en aplicación del artículo 23.8.

Desde la UVigo informaron ayer de que el secretario general mostró su disposición a revisar el expediente del joven de Ribadavia. Esto supone una buena noticia para la universidad viguesa ya que lo habitual en estos casos cuando, efectivamente, la denegación está motivada por incumplimiento de uno de los requisitos, los recursos se cierran ratificando la denegación de forma casi automática.

La UVigo se pondrá ahora en contacto con el alumno para revisar el expediente y plantear el recurso. Además, la vicerrectora de Estudantes, Dolores González, solicitó ayer por la mañana abordar una posible solución con la Subdirección General de Becas y de Atención al Estudiante del MEC. Horas después recibió respuesta con la confirmación que de que podrá hablar el lunes con la subdirectora Amalia Isabel Gómez Rodríguez. La vicerrectora mostró su interés por obtener de este departamento una posible solución al caso de Abraham, "es importante que conozcan su singularidad y a ver si lo podemos solucionar".

En todo caso, el vicerrectorado también quiso dejar claro ayer que la UVigo ha activado diversas líneas de ayudas complementarias a las del MEC precisamente para completarlas y complementarlas. De no lograr la beca del ministerio, el caso de este joven encajaría en la convocatoria de becas por causas sobrevenidas durante el curso que activa la UVigo para paliar necesidades excepcionales que pueden surgir a los alumnos durante el año académico.

Sistema "injusto"

El desacuerdo con el artículo 23.8 ya fue planteado por los rectores cuando el Ministerio de Educación presentó el borrador antes del curso 2013-2014. Ya entonces, recuerdan desde la UVigo, se alertó de forma global de que los estudiantes que cambiasen de titulación se verían afectados. Así ocurrió y, a la vista de que no eran pocos, el pasado 27 de octubre, el vicerrectorado remitió un escrito al MEC para hacer constar que estaban detectando "una serie de injusticias derivadas de la aplicación de ese artículo", y en particular, el caso de una alumna en la misma situación que Abraham. La respuesta llegó el mismo día y fue "lacónica", afirma Dolores González, "resolvieron en poco más de una línea y media que, en aplicación estricta de la convocatoria, el caso expuesto no cumple el requisito para el cambio de estudios con la condición de becario".