Las autopsias de los forenses por muertes de causa natural se redujeron de 101 a 89 en el último año (un 12% menos), pero el subdirector del Imelga en Ourense, Julio Jiménez, cree que la cifra debería bajar. Son supuestos en los que el médico no certifica el fallecimiento por no poder afinar la causa del desenlace. Jiménez participa en conferencias para concienciar a los doctores del Sergas, porque "se están judicializando demasiadas muertes; percibo cierto nerviosismo o miedo de los médicos a certificar defunciones". Si bien van en aumento las pruebas post mortem solicitadas por familiares, la remisión de casos naturales al forense agravan "un hecho traumático como es la muerte de un allegado, con el desfile de Guardia Civil, forense y furgón fúnebre". Ata para morrer hai que ter sorte, le dijo una vez un hombre ante ese despliegue con un vecino fallecido. Para delimitar las causas proceden las autopsias clínicas, a cargo de patólogos, en los hospitales, según el forense. "No conocer la causa no es motivo para judicializar una muerte".