Tras meses de pruebas para despejar la incógnita sobre su estado de salud, los forenses concluyen que Aniceto Rodríguez Caneiro, encausado por el asesinato de su mujer en el hospital de Ourense, el 8 de mayo de 2015, conserva facultades para someterse a un juicio a pesar de las secuelas de un ictus que lo mermó tras el crimen. Según las fuentes consultadas, los expertos deducen que con independencia de la afectación física y fisiológica causada por el accidente cerebro vascular -como, por ejemplo, un problema de movilidad en el brazo derecho-, el hombre de 77 años no se encuentra incapacitado para sentarse en el banquillo y comprender las fases del proceso. En definitiva, es imputable. Salvo que el criterio varíe tras recursos, Rodríguez Caneiro tendrá que responder ante la justicia por el crimen machista de su mujer, Isabel Fuentes.

Con el informe del Instituto de Medicina Legal (Imelga) de Ourense incorporado a la causa, la magistrada titular de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Verín, María Cristina Fernández Viforcos, ha optado por citar a declarar al asesino para someterlo al que será el primer interrogatorio. Hubo un intento por parte de la magistrada de guardia de Ourense, en junio del año 2015. El septuagenario, que se autolesionó con el mismo cuchillo después de matar a su mujer, y que sufrió un ictus a consecuencia, acababa de recibir el alta hospitalaria tras casi un mes en Reanimación (lo atendió el mismo personal que consiguió salvar la vida a Isabel Fuentes tras el primer ataque). Aquel intento de interrogatorio tuvo que ser suspendido porque alegó problemas de memoria y se indispuso. La autoridad judicial decretó su ingreso en la prisión pontevedresa de A Lama, dotada de mejores instalaciones médicas que el penal ourensano de Pereiro.

Confesó en una nota

Ahora, ocho meses más tarde, el responsable de la muerte de Isabel Fuentes está llamado a declarar, la próxima semana, en el juzgado de Verín. Tiene la condición de investigado (puede acogerse, por tanto, a su derecho a no declarar) por un delito de asesinato y otro de tentativa, por lo que las penas a las que se expone podrían superar incluso los 25 años. Él tiene 77 y su versión no se conoce, más allá de una nota manuscrita encontrada en su bolsillo, el día de los hechos, tras consumar el crimen e intentar autolesionarse. En el escrito, como ayer adelantó FARO, admitió que había dado un "fuerte golpe" a Isabel Fuentes un mes antes del asesinato, en abril de 2015, en el domicilio conyugal de Verín.

Quiso simular un robo cometido por desconocidos, pero la Guardia Civil desmontó esa posibilidad en apenas 5 días. La Policía Judicial de Verín dio a la juez un atestado en el que señalaba al marido como un "peligro" para la vida de la mujer, si no se restringían las visitas hospitalarias. La juez rebajó sus conclusiones a meros indicios y "conjeturas", y descartó poner el foco en Aniceto. La acusación particular ha pedido la declaración como testigos de los agentes.

Consumado el asesinato cuando la mujer estaba un paso más cerca de poder comunicarse, la fase de investigación judicial se ha demorado meses por las dudas sobre el estado de salud del esposo. Se recabó su historial médico, hubo un primer informe del servicio forense, estudios clínicos en el hospital de Pontevedra e incertezas; hasta ahora. El servicio forense de Imelga sometió al asesino a varios días de exámenes, entrevistas y valoraciones, desde el pasado mes de diciembre hasta febrero. Los expertos llegan a la conclusión de que no está incapacitado para ir a juicio tras valorar si conserva las facultades para entender los cargos en su contra, si sus problemas de memoria están justificados o son selectivos, y si recuerda lo que sucedió antes, durante y después de los hechos.

Descartado el jurado

Con esa incógnita sin resolver hasta este momento del procedimiento, la instrucción apenas se ha movido. Esta misma semana la juez de Verín acordó unir en un mismo asunto las dos diligencias abiertas hasta la fecha: la del crimen del hospital y la del ataque previo, que seguía calificada como un robo. El resultado final del asesinato, la nota manuscrita, más la falta de pruebas de la participación de un tercero en el ataque previo, la hicieron finalmente retractarse.

En contra de las pretensiones de la Fiscalía y de la familia -la acusación particular ya ha confirmado que apelará a la Audiencia-, la instructora rechaza que el crimen sea resuelto por un tribunal del jurado. Irá por vía de sumario. Tres magistrados dirán si Aniceto Rodríguez es culpable.