La investigación judicial del presunto plan de asesinato con sicario que llevará al banquillo a una ourensana terminó con un examen psiquiátrico. El fiscal tiene en cuenta que la acusada estaba a tratamiento farmacológico y psicológico por causa de un trastorno adaptativo con síntomas depresivos y ansiosos, pero considera que en ningún caso disminuía ni anulaba su conciencia y voluntad. La versión de Sonia Coello Pinto, que se enfrenta a 12 años de cárcel, aún no se conoce porque se ha acogido a su derecho a no declarar desde su arresto en 2014 y la defensa está en vías de presentar en la Audiencia Provincial el escrito de alegatos.

Enfrente tendrá las pruebas obtenidas por la Policía en correos electrónicos y cámaras de seguridad de un banco desde el que envió un adelanto de 150 euros al supuesto matón. Pero sobre todo tendrá que responder a la versión inculpatoria de este contacto, un ciudadano de origen ecuatoriano y domicilio en Palencia que tuvo miedo ante las peticiones de la ourensana y desveló todo el plan a la Policía. En la cita que concertaron en Ourense fue detenida Sonia Coello. Lleva entre rejas desde el verano de 2014, en situación de prisión preventiva. En caso de ser condenada tendrá que abonar asimismo 12.000 euros de indemnización. No podría acercarse a menos de 300 euros de la víctima durante un periodo de 15 años.

La imputada, de 37 años, creía que su expareja y padre de un hijo mantenía una relación con una compañera de trabajo. Antes de establecer contacto con el sicario, Coello realizó vigilancias para conocer sus horarios y costumbres y la acosó telefónicamente. Después dio un paso más. En la llamada "Deep Web", o Internet profunda, proliferan foros y páginas en las que se mueven delincuentes de diversa índole, como pederastas o agresores por encargo. Para acceder a ese submundo digital es preciso descargar programas específicos. Según la investigación, Sonia Coello utilizó dos cuentas de correo para requerir al ecuatoriano, que buscaba trabajo.

Se cruzó varios correos electrónicos con él. Empezó encargándolo que llevara a cabo un secuestro pero llegó a informarle de que a cambio de dinero tendría que "acabar con la vida de una persona", e incluso que podrían llegar a ser dos las víctimas. La acusada facilitó presuntamente varios datos de la otra mujer. Tal y como refleja el auto de procesamiento, la acusada llegó a ingresar 150 euros a favor del arrepentido, en una operación realizada desde un banco de Ourense. Las cámaras de seguridad de la oficina son una prueba de cargo más.

Asustado por la gravedad de los hechos y con el temor de que pudiera ocurrirle algo a él o a su familia si desagradaba a la ourensana, el supuesto matón decidió revelar todo el plan a la Policía Nacional. Fue a la Comisaría de Palencia el 17 de junio de 2014. En arreglo con los agentes, viajó a Ourense el 23 de ese mes. El contacto se hacía citado con la acusada en la estación de ferrocarril. Coello le dijo que lo recogería a las 9,30 horas, nada más se apeara del tren.

A las 9,47 horas de esa mañana, la mujer fue detenida cuando se introducía en su coche en compañía del sicario. En el automóvil llevaba una pala, un pico, un par de botas de goma, un traje de aguas, dos pares de guantes y una pistola de descargas eléctricas. Se trata de un arma concebida para incapacitar el sistema nervioso a través de corrientes de alto voltaje y baja intensidad. El laboratorio de balística hizo un examen del arma y determinó que funcionaba, al no producir descargas. La Policía encontró en el domicilio de la sospechosa anotaciones reveladoras sobre una zanja o un vehículo que estaría preparado, con las llaves puestas, en la estación de Lisboa (Portugal)

Sonia Coello Pinto será juzgada a principios de 2016 en la Audiencia Provincial de Ourense. Está acusada de un delito de proposición de asesinato y en su contra pesa también una agravante. En 2013 fue condenada en firme a 3 años de cárcel por un hecho similar. Como se consideró probado, en julio del año 2009 pidió precio para el homicidio de su exmarido, después de haber mantenido una discusión con él por el hecho de le hubiera cortado el pelo a su hijo. Coello Pinto fue detenida por su segundo intento de consumar el crimen a sueldo mientras estaba a la espera de que se resolviera una petición de indulto por el primero. El Gobierno denegó esa medida de gracia.