Jesús Vázquez presidió ayer su primer acto de ofrenda como alcalde al patrón de Ourense, San Martiño, en la que tuvo un recuerdo especial para las familias de la ciudad y especialmente para los jóvenes "asfixiados por la falta de trabajo"; para los mayores de un municipio envejecido, pero también los refugiados y víctimas de países en guerra en todo el mundo.

Por eso y haciendo un paralelismo con el patrón San Martiño, que partió su capa con el pobre, el alcalde hizo un llamamiento para que los ourensanos "partamos metafóricamente nuestras capas, para que nuestro pequeño bienestar", señaló "mitiguen la gran desgracia" que sufren otros, señaló.

En este sentido, Vázquez hizo un llamamiento para que los ciudadanos "seamos ejemplos de esfuerzo para paliar las desgracias propias y ajenas".

Fueron algunos de los párrafos del discurso al que dio lectura el alcalde en la ofrenda a San Martiño, durante la misa solemne de festividad del patrón, que se celebró en la catedral, tras una marcha procesional con la imagen del santo en andas que partió de la Plaza Mayor acompañada por miembros de la corporación local, el conselleiro de Cultura Román Rodríguez, autoridades civiles y militares y continuó luego, ya en el interior de la seo, por el interior de la girola y la nave central de una catedral atestada ayer de fieles.

El alcalde comenzó comprometiéndose "a mantener el compromiso permanente de esta Alcaldía con la historia, la raíces y las tradiciones", para recalcar luego de forma reiterada la figura de San Martiño, "como ejemplo de generosidad".

Tras relatar alguno de los problemas que afectan al municipio que él preside como alcalde, como "el envejecimiento de la población que hace imprescindible el esfuerzo de familias, administraciones y organizaciones sociales para atender con humanidad a los mayores", Jesús Vázquez se refirió a la carencia y falta de trabajo que "asfixia a muchas familias, especialmente a muchos jóvenes y que hace renacer, con nuevas características, una emigración dormida durante años".

Durante su primera ofrenda al patrón de la ciudad, Jesús Vázquez se refirió también "a las angustias y padecimiento de los hermanos sirios o caldeos, también católicos y de otras familias cristianas", así como "al pueblo musulmán o judío, a manos de las interpretaciones radicales y extremas de las ideas religiosas dominantes en aquellas tierras de África y Oriente" . Tuvo palabras también para los "miles de personas que han muerto en esa travesía de proporciones bíblicas" indicó en relación a los que refugiados que fallecen en las costas antes al huir de sus países.

Fueron los pilares de la ofrenda del regidor que coincidió en muchos de los temas a tratar, paro, mayores, inmigrantes, con el contenido homilía del obispo, Leonardo Lemos quien recalcó además la obligación de los cristianos de "repartir la capa" con los necesitados. Hizo además mención el obispo a "los esfuerzos de la iglesia para ayudar a estas personas, "algo que hacemos sin publicidad, porque no debe de saber la mano derecha lo que hace la izquierda" señaló.

La misa, en la que se cantó el himno a San Martiño inspirado en una antigua panxoliña y adaptado por el canónigo de música de la Catedral, contó con la actuación del coro del Liceo. Asistió el gobierno local al completo, el portavoz del PSOE Vázquez Barquero y los ediles de DO Manuel Alvarez y Domingo Castro, así como el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández, el diputado Celso delgado, la superintendente de Policía Local o el delegado de Defensa entre otros. Al remate autoridades y fieles besaron las reliquias del santo que se conservan en la catedral.