El abogado de dos de los adultos acusados de vender parte de las joyas sustraídas pidió ayer a la magistrada que valore la posible deducción de testimonio contra una testigo, que también fue alumna del mismo centro escolar y era amiga de las tres menores condenadas.

Según el letrado, su versión es "muy chocante". Para "ampararse ante su familia", sospecha esta defensa, la joven habría fingido una sustracción en su piso tras cometer ella misma el robo.

Al contrario, la aludida aseguró en su declaración como testigo, ayer en el juicio, que dio las llaves a las jóvenes ya condenadas después de haber recibido supuestas amenazas contra sí misma y su familia, en nombre del acusado Juan Carlos B. A., que es tío de una de las menores. Según las manifestaciones de la testigo, fueron ellas las que entraron a robar en la vivienda. Con todo, admitió haber entregado algunas joyas de su propiedad a una de las menores implicadas para que se encargara de obtener dinero por ellas en establecimientos compro oro. "No sé a quién se las daba; Carolina me dijo que los que las vendían eran mayores".