"Que a Xustiza recoñeza que fallou, que se nos recoñeza ao resto das mulleres o dereito a sentirnos afectadas pola morte de Isabel Fuentes". Así resume la exedil del BNG y activista Ximena González el sentido de la reclamación que la Marcha Mundial das Mulleres (MMM) registra hoy para que se investigue una posible negligencia judicial en el asesinato de Isabel Fuentes, acuchillada por su marido cuando se recuperaba en la cama del hospital de Ourense, el pasado mayo. El colectivo ha redactado una reclamación patrimonial "por daños ocasionados por el funcionamiento anormal de la justicia", con la cuantía simbólica de 1 euro, porque el trasfondo es instar a que el Poder Judicial aclare por qué no se protegió a la víctima pese a las advertencias por escrito de la Policía Judicial, cuyas certezas por un ataque previo en el domicilio conyugal, en abril, fueron rebajadas a "conjeturas" por la juez del caso.

La acción legal explicada ayer en el Colegio de Abogados de Ourense está avalada por más de 22 colectivos de toda Galicia (BNG, Anova, CIG y Esquerda Unida, entre ellos), así como por 1.200 firmas. Todas las adhesiones acompañarán la reclamación que la Marcha Mundial registrará esta mañana en la Subdelegación del Gobierno de Ourense, para su remisión a la Subdirección General de Relaciones con la Administración de Justicia y el Ministerio Fiscal.

El 2 de abril, Isabel Fuentes fue agredida con un martillo en la cabeza, cuando estaba en el salón de la vivienda conyugal. Su esposo, Aniceto Rodríguez, dijo a la Guardia Civil que habían sido unos autores desconocidos. La Policía Judicial de Verín solo tardó 5 días en desmonta por escrito esa versión. Descartaron la participación de terceros y volcaron sus sospechas en el esposo. En un atestado pedían a la juez que interviniera su teléfono y mantuviera la estancia de la mujer en el servicio de Reanimación, donde las visitas están restringidas.

La magistrada encargada del caso, responsable de Violencia de Género en Verín, no vio motivos. En su opinión, "hoy por hoy no se cuenta con ningún indicio firme (...) que nos permita sostener que existen datos más allá de meras conclusiones fundadas en conjeturas a las que llegan los agentes, de todo punto insuficientes".

Días después de su ingreso en planta, cada vez más cerca de volver a comunicarse, Isabel Fuentes fue asesinada presuntamente por su esposo, que pasó la noche a su lado. Le asestó una cuchillada que le alcanzó el corazón y, acto seguido, se infligió varios cortes. Como consecuencia sufrió un ictus por el que tuvo que ser operado en dos ocasiones y atendido durante un mes en el mismo servicio en el que habían salvado la vida a su mujer tras el primer ataque. El presunto asesino, encarcelado en la prisión de A Lama, ha asegurado no recordar ahora nada de los hechos, y sus condiciones no han permitido tomarle declaración como imputado. Se expone a penas muy elevadas, por delitos por calificar de asesinato y una tentativa previa. Los forenses deben examinar su estado antes de que vuelva a programarse otra comparecencia. Hace unos días, la magistrada de Verín, que sigue llevando el caso, denegó su puesta en libertad.

La investigación del crimen va por un lado y la petición de responsabilidades, por otra. La familia tomó la iniciativa hace meses, al presentar una primera queja a la que el Consejo General del Poder Judicial dio trámite. El Promotor de la Acción Disciplinaria abrió un expediente de información previa, una acción en la que pedirá un informe a la magistrada antes de resolver si existe base para iniciar un expediente disciplinario.

"Priman" a los sospechosos

Antes de la iniciativa que registran hoy, la Marcha Mundial remitió a la web del Poder Judicial varias quejas por el caso Isabel Fuentes. Según la letrada Victoria Diéguez, "contestaron que están en vías de investigación e que procurarán que non volva pasar". El escrito del colectivo feminista concluye que "o erro cometido pola xuíza titular é evidente; ignorou as peticións da Garda Civil e foi incapaz de concluír que existía unha alta probabilidade de que a primeira agresión fora causada polo seu marido, o que amosa un enorme descoñecemento das circunstancias que rodean un acto de violencia machista". Advertida por la Policía Judicial del peligro de la libertad de movimientos del marido en el hospital, "fixo ouvidos xordos, atribuíndo ademais a condición de conxecturas ás valoracións de risco dos axentes".

En el drástico final de Isabel Fuentes, "unha violenta versión dunha crónica de morte anunciada", ve la Marcha Mundial un ejemplo, a su entender, de que "na ponderación entre as liberdades dos supostos agresores e a seguridade das mulleres vítimas prima sempre a liberdade e protección dos dereitos dos sospeitosos".

Además, la Marcha Mundial reivindica un cambio legislativo para poder ser parte afectada en casos de crímenes machistas.