El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, y los conselleiros de Medio Ambiente e Infraestructuras, Ethel Vázquez, y de Cultura, Román Rodríguez, firmaron ayer un protocolo de colaboración que pondrá en valor una de las joyas patrimoniales de la ciudad y el "abuelo" de todos sus puentes: el Puente Romano, una obra civil del siglo I después de Cristo declarado Bien de Interés Cultural. Su mejora supondrá una inversión global de un millón de euros en dos fases; la primera, que se adjudicará este mismo año, será de rescate y mejora del propio puente; la segunda, de mejora de todo el entorno hasta la capilla de Os Remedios.
Jesús Vázquez calificó la jornada de ayer como "un día grande y en mayúsculas, pues hablamos de uno de los más emblemáticos monumentos de Ourense y además punto de entrada a la ciudad, por lo que no podemos más que dar las gracias a la Xunta por este esfuerzo y más en época de crisis".
Primero, salvar el puente
Además el Concello no invertirá ni un euro en esta obra sino que supervisará la inversión ajena, como miembro de la comisión interdepartamental de seguimiento de del proyecto que se constituirá en los próximos días.
La declaración, en el año 1961 de este puente como Bien de Interés Cultural, no incluía solo el Puente Romano de Ourense, sino su perímetro hasta la capilla de Os Remedios, rescatada de sus cenizas.
Ahora, en virtud del protocolo firmado ayer, la primera de las fases de trabajo se licitará este mismo año y está dotada con partida de 520.000 euros. En esta fase será la Consellería de Cultura la encargada de eliminar la vieja tubería adosada al puente, y ya en desuso, así como la consolidación de los pilares del mismo, pues si bien "el puente goza de buena salud", insistieron los firmantes del acuerdo, sí se actuará en los pilares afectados por el continuo arrastre del agua.
La Consellería de Medio Ambiente, Axencia Galega de Infraestructuras, será la que inicie antes de finales de año el proceso de contratación de los trabajos, para instalar nueva iluminación que permita destacar en horarios de la noche la silueta del Puente Romano y para reparar su calzada.
Román Rodríguez agradeció la colaboración que la Agencia Galega de Infraestructuras presta en este trabajo de conservación, "de una obra símbolo de la ciudad".
La Consellería de Medio Ambiente enfatizó en todo momento esa condición de obra símbolo de Ourense a la ahora de apostar por la recuperación del Puente Romano y el alcalde recordó ese "nexo de unión" que ha sido siempre el Puente Romano, Ponte Vella o Ponte Maior, alguno de sus muchos nombres, entre las dos partes de la ciudad separadas por el Miño.
"Este protocolo supone la recuperación de una obra que es la imagen de entrada a la ciudad y eje de comunicaciones desde mucho antes de que imaginásemos el uso del ferrocarril o el automóvil", indicó el alcalde". Ahora Ourense volverá a mirar a su puente. El "abuelo" de los puentes locales.
