La parroquia San Pío X, al frente de la que se encuentran los sacerdotes Luis Rodríguez y Francisco José Prieto, realizó un arco iris de paraguas abiertos por la solidaridad, con la participación de unas 300 personas. Esta parroquia es una de las más dinámicas de la ciudad. Tras la reciente celebración del cincuenta aniversario, está prestando ayuda a 184 familias afectadas por la crisis económica y el paro, a las que proporciona alimentos, ropa, juguetes y en algunos casos la aportación de dinero para el pago de recibos de alquiler, luz y agua, además de mantener abierto un colegio de educación infantil y primaria con 220 alumnos.

En la jornada de ayer celebró la segunda edición de "Paraugas abertos por un mundo mellor", en la praza de la rúa Regato, con el fin de "expresar la necesidad que tenemos todos de protección, por eso abrimos los paraguas", en materia de vivienda, sanidad y educación, además de "vivir de una forma digna", explica Luis Rodríguez.

Además de la vertiente solidaria, el acto también pretende hacer hincapié en la faceta integradora, ante la diversidad social. "Somos diferentes, tenemos diferentes ideas, diferentes religiones, somos diferentes razas, en un solo mundo".

Luis Rodríguez revela que entre las 184 familias beneficiarias "hay algunas que no vienen a la parroquia, porque les da vergüenza, pero nosotros sabemos de ellas y tratamos de socorrerlas". Se trata de familias que "vivían razonablemente bien hasta hace poco, pero perdieron su trabajo y se encuentran en una situación económica complicada".

Ente las familias que reciben ayuda, predominan las de inmigrantes, dado que el barrio cuenta con importantes colonias de latinos, marroquíes y subsaharianos, pero "desde hace unos años el 45% corresponde a gente autóctona de aquí".

Luis Rodríguez contempla como un drama que este tipo de situaciones esté afectando cada vez a gente más joven, con hijos a su cargo, por lo que considera que todas las administraciones deberían emplearse a fondo para paliar el problema con planes de empleo.

Lamentablemente, el párroco Luis Rodríguez admite que en estos momentos "no hay muchas posibilidades de futuro en esta provincia", debido a la "pobreza del tejido industrial", tras contemplar cómo la gente más preparada, con estudios universitarios, tiene que recurrir a la emigración.

La recopilación y distribución de alimentos entre las personas y familias más necesitadas de la zona de Mariñamansa las realizan Cáritas Parroquial y Conferencias de San Vicente de Paúl.