El Concello de Parada de Sil acogió ayer la VIII Andaina da Castaña y VIII andaina de niños, que a pesar de la lluvia contó con más de 200 participantes. En el caso de los adultos, unos 150 recorrieron 18 kilómetros de la ruta del Cañón do Sil-Santa Cristina, mientras que los menores, unos 32, solo recorrieron 3,5 kilómetros de terreno llano de una ruta de carácter etnográfico.

En los ocho años de la celebración de la Andaina da Castaña de Parada de Sil nunca habían tenido tan mal tiempo, recuerda el alcalde, Francisco Magide, y a pesar de ello hubo buena participación, similar a otros años.

Asimismo, de todas estas ediciones la de ayer destacó por un pequeño incidente, uno de los participantes se rompió un tobillo.

Al terminar todos pudieron participar en una gran comida a base de callos, empanada, chorizos, pan y castañas.

Los niños por su parte, en el recorrido de carácter etnográfico, pudieron conocer el proceso de elaboración del pan, empezando por la "malla", y luego visitando una panadería para ver el amasado y la cocción, para terminar visitando un antiguo lavadero de ropa y la ruta de castiñeiros y carriozas, senderos estrechos por donde se llevaban antiguamente a los animales para que no comieran en fincas privadas.

Por último vieron un "sequeiro" de castañas, similar al que se va a tener en la Festa da Pisa, que será el día 22. Así, un año más el ayuntamiento ourensano de Parada de Sil celebró su ya tradicional andaina de adultos y niños, con gran animación a pesar del mal tiempo de la jornada.