El edificio ruinoso que la Diputación de Ourense compró en el casco histórico hace 14 años para rehabilitarlo y ubicar allí la Escola de Artes e Oficios ha sido inscrito en el registro de solares y terrenos sin edificar del Concello de Ourense con fecha del 17 de marzo de 2014, por lo que la institución que dirige José Manuel Baltar dispone de un plazo de dos años para intervenir en el edificio y darle uso a ese suelo. En caso contrario, cualquier agente urbanizador podrá adquirir el terreno si previamente solicita una puja pública.

El BNG alertó ayer de la posible pérdida de titularidad del edificio por parte de la Diputación, que además se arriesga a ver minorada la inversión de 640.000 euros que realizó en su día. El grupo nacionalista registró una moción para su debate en el pleno de mañana en la que piden que se aborde este asunto en la comisión de patrimonio de forma que los tres grupos políticos puedan presentar "ideas e iniciativas a objeto de elaborar un proyecto constructivo para el solar".

La edil de Urbanismo en el Concello de Ourense, Áurea Soto, confirma que este es el procedimiento legal que se sigue con todos los inmuebles que entran en el registro de solares, si bien apunta que siempre prevalece el derecho de tanteo y retracto, que permite a la administración pública quedarse con la propiedad por el mismo precio en caso de adjudicación por subasta. Además, también apunta que esta parcela se recoge en el nuevo PXOM como equipamiento público por lo que, una vez se apruebe el documento de forma definitiva queda descartada la utilidad privada.

Los diputados del BNG, Leopoldo Rodríguez Puga y Xaime Iglesias, recuerdan en su moción que tres años después de hacerse con este solar y sin efectuar obra de rehabilitación alguna, la Diputación compró a la Fundación San Rosendo un local en la calle Doctor Marañón esquina con la Praza Maior por 625.000 euros para la Escola de Artes e Oficios y "a pesar de que varios informes desaconsejaban el uso de este bajo como sede para esa actividad". El BNG califica esta operación de "rocambolesca" y critica que al año siguiente, en 2004, y "después de varias denuncias vecinales" se convocase una puja para contratar la demolición del edificio de la calle Monterrei. Los nacionalistas consideran "nefasto" que la Diputación no hubiese valorado la situación de ruina del edificio antes de adquirirlo y que Urbaourense fuese "incapaz" de buscarle una solución en todos este años.