Varios padres de alumnos de Infantil del CEIP As Mercedes valoran tramitar una queja ante el Valedor do Pobo después de que sus hijos se quedasen en casa o en el colegio por decisión de la concejalía de Educación mientras el resto de sus compañeros se subía a un autobús para realizar una visita al jardín de Montealegre. Una de las madres, María Fernández, asegura que esta "discriminación" se debe a que ella y otros tres padres no autorizaron la cesión de la imagen gráfica de sus hijos como acompañamiento en futuros programas de difusión de eventos, calendarios, folletos y similares.

Los padres recibieron la semana pasada una circular en la que se pedía su autorización para que los niños participasen en una actividad educativa en Montealegre el martes 10 de junio. En el centro del escrito y "maliciosamente en letra pequeña", explica esta madre, se detallaba que el consentimiento autorizaba también el uso de las imágenes gráficas que se tomarían en la excursión. "Se referían a dípticos, carteles, revistas y unos puntos suspensivos que implicarían firmar una autorización sin límite, desde un folleto publicitario hasta cualquier promoción preelectoral", por lo que algunos padres decidimos no firmarlo.

La primera protesta la plantearon en la dirección del colegio, donde les remitieron a la concejalía de Educación. En dependencias municipales, relata María Fernández, les explicaron que "solo se permitía el acceso si dejábamos que se hiciesen fotos y grabaciones para material publicitario". En caso contrario, los niños no podrían participar. Es más, añade María Fernández, "nos dijeron que en horario escolar solo pueden entrar los niños que lleven la autorización para fotos".

El malestar de este grupo de padres se hizo mayor cuando al preguntar a la trabajadora del área de Educación sobre la ley o ordenanza en la que se regulan estas normas "se echó a reír diciendo que no hay ninguna normativa, que es una condición publicada en su página web".

Los padres afectados están valorando presentar una denuncia por estos hechos ante la Inspección de Educación y ante la Agencia de Protección de Datos.

María Fernández señala que "lo normal" es que ante actividades de este tipo se presenten dos modelos de autorización independientes, uno para participar en la propuesta y otro para la toma y reproducción de imágenes. "Pero en este caso ni una cosa ni la otra, si no estás de acuerdo no permiten la participación del niño en una actividad pagada por todos nosotros y organizada por una entidad pública". Los padres están indignados y esperan una explicación de lo sucedido por escrito. "Lo que no permitimos es que se vulneren los derechos de nuestros niños para que su imagen sirva de soporte para la promoción de un político cualquiera. La autorización es un salvoconducto para que puedan participar en una actividad, convirtiéndose así en un chantaje", concluyen.

Por su parte, la edil de Educación, Ana Garrido, señaló que se trata de actividades optativas y complementarias con unas normas jurídicas que es necesario respetar. "El protocolo, que ya existía antes de que yo llegase aquí, exige una autorización paterna y si la ficha de salida no esta firmada el niño no sale del aula", apuntó, sin aclarar por qué no pueden participar los menores adoptando medidas para no ser fotografiados.