Cáritas Diocesana tuvo que reabrir en noviembre del pasado año su comedor social, ante la creciente demanda a causa del enquistamiento de la pobreza por la crisis. Recurrió para ello a las antiguas instalaciones de la Congregación de las Siervas, en la calle Mestre Vide de Ourense.

Pero José Ángel Feijóo Mirón aprovechó ayer este acto de presentación de la memoria de Cáritas 2013, para alertar sobre la reducción de ayudas públicas en general y sobre todo acerca de la demora del Concello de Ourense en efectuar sus pagos para este servicio. "El Concello es el que nos envía más del 98 por ciento de los usuarios que tiene este comedor, a través de los tiques que le dan en el área de Benestar, pero que aún no ha pagado ni un euro", afirma.

Según Feijóo Miró, los trabajadores sociales de la Concejalía de Benestar le entregan ese bono para utilizar el comedor de Cáritas de forma totalmente gratuita. Hay un grupo de 25 personas que colabora y los menús que toman están incluso elaborados pro un nutricionista.

"Por ahora no hemos visto ni un euro y hay un enorme retraso en los pagos, de hecho se cobra en diciembre de modo que si no dispusiéramos de recursos propios para atender este comedor social no podríamos tenerlo abierto", explicó Feijóo Mirón.

Al parecer el ayuntamiento a través de Benestar se había comprometido a firmar un convenio para colaborar en la gestión de este comedor, en lugar de seguir liberando los tiques, buscando así un sistema más cómodo de gestión "pero ni supimos más del convenio ni puso un euro", lamentó Cáritas, que gastó 12.000 euros solo en dos meses de comedor.