Solo queda una barrera impermeable a las descargas piratas y el consumo rápido de canciones: la música como romanticismo. El disco en vinilo resucita la nostalgia y alivia la sangría continuada de ventas del sector, enjergado por la crisis generalizada y las dificultades propias. Es el único formato físico que sobrevive a la recesión y ayudar a enjugar la carga de impuestos de las tiendas; donde el 26,2 % de ganancias van al fisco.

En el local amplio y diáfano de Peggy Records, toda una pared clasifica centenares de larga duración y sencillos grabados en el disco de acetato. En los últimos días, el catálogo se ha ampliado en 1.200 títulos. El formato consagrado en el Record Store Day, que se celebra en todo el mundo el tercer sábado de abril, experimentó un alza en las ventas en el último año. Según los datos de los Productores de Música de España (Promusicae), fue el único soporte físico que ganó clientes en 2013, con 140.000 unidades despachadas, un 3,7 % más, en un contexto global de descenso de compras de música por duodécimo año consecutivo.