El barrio de A Ponte se vuelca en el entierro de Emilio Paradela Feijóo, propietario de la Adega do Emilio y de las cafeterías Gaetano y Ponte Vella, ubicadas todas ellas en la avenida das Caldas, que apareció muerto el pasado jueves en una pista de Rivela (Coles). Familiares, amigos, clientes y vecinos abarrotaron la iglesia de las Caldas, visiblemente consternados, en la que no pudieron entrar decenas de personas por falta de espacio. La madre, la mujer y los dos hijos mayores del fallecido acudieron a la ceremonia completamente destrozados.

Desde el punto de vista oficial, se sumaron a la ceremonia representantes públicos, como el jefe territorial de deportes de la Xunta, Mario Guede; el presidente de la CEO, José Manuel Pérez Canal; el empresario Tito Barbosa y el concejal Pepe Araújo. Contó con una nutrida representación del ámbito de hockey, en solidaridad con el hijo mayor que juega a este deporte, y de la asociación Frei Canedo, que saca una comparsa con cientos de integrantes durante el Entroido.

Los vecinos empiezan a notar "un vacío muy grande" en A Ponte, porque dos de los establecimientos que tenía se encuentran entre los más emblemáticos de la zona. La Adega do Emilio y Gaetano movían la avenida das Caldas: el corazón del barrio. Todos ellos permanecen cerrados desde el momento que se conoció su fallecimiento.

El barrio acusa la ausencia del empresario de hostelería y de los veinte trabajadores que tenía en sus establecimientos porque "constituían una gran familia" que dinamizaba la zona.