Las intervenciones continúan para frenar el deterioro que ha hecho languidecer la catedral de Ourense, un icono de la ciudad de As Burgas, con 800 años de historia. El templo culminará las reformas para dar paso a las visitas, ya sin humedades y con la policromía del Pórtico del Paraíso de regreso a su esplendor, cuando termine la recuperación de la capilla de San Xoán y la segunda fase de mejora de las cubiertas exteriores. Tras más de un siglo de abandono y el efecto pernicioso de la humedad, los arreglos de la capilla empezarán en días con un plazo de ejecución de 8 meses y una inversión de más de 250.000 euros. El conselleiro Jesús Vázquez comprobó ayer el estado de un espacio de estilo gótico que permanece cerrado desde el siglo XIX y se usó como una especie de trastero y almacén de óleos. Pero su principal particularidad es que alberga en el subsuelo un pozo de agua termal, a una temperatura de 19 grados.

Los trabajos de mejora completan la recuperación integral de la seo de San Martiño, cuya actuación más emblemática ha sido la reciente restauración de la policromía del Pórtico del Paraíso. Los trabajos recuperaron el esplendor de las pinturas y el conjunto artístico. La mejora de la capilla de San Juan incluye la consolidación del enlosado, la restauración de la vidriera del siglo XVI en la que se conservan algunas policromías originales y la resolución de los graves problemas de humedades que sufre sellando la cubierta, saneando el patín norte y actuando sobre los paramentos exteriores e interiores. También se repondrá una parte del retablo que actualmente se encuentra en el museo. La Xunta ha invertido 700.000 euros desde el año 2011 en la Catedral.

Cubiertas y portada norte

Según anunció ayer el conselleiro, se prevé una segunda fase de reparación de las cubiertas así como la redacción de un proyecto de restauración específico de la portada ornamental del cruceiro norte de la iglesia, castigada por la erosión y el paso del tiempo. Patrimonio estudia diferentes métodos para subsanar operaciones de restauración aplicadas en los 60.

También con carácter urgente, Cultura asume la reparación de las cubiertas del monasterio de Santa María la Real de Oseira, en San Cristovo de Cea, que se vieron afectadas por un tornado el pasado mes de octubre que, en solo 30 segundos, levantó parte de una cornisa. La Xunta invertirá 30.000 euros en esta actuación. El arquitecto titular de la seo, Manuel Seoane, cifró recientemente en 20.000 euros anuales la partida mínima idónea para gastos de mantenimiento y conservación que ralentizarían el deterioro que sufre el templo.