El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, resolvió ayer con un "no hay ningún problema en colgarlo en la web del concello", la polémica surgida por no incluir en las cuentas del grupo municipal socialista, relativas al gasto realizado con los fondos de la asignación a grupos que se contemplan en los presupuestos municipales, el "préstamo verbal humanitario" concedido a un alto funcionario, el jefe de servicio de Recaudación.

También justificó Agustín Fernández con que "no es un gasto en si" que no se incluya en la contabilidad los ingresos de devolución que habría realizado el funcionario, para abonar los algo más de 21.000 euros que es el montante económico que se habría retirado de los fondos del grupo socialistas.

El alcalde, que avaló, en su condición de portavoz del grupo municipal socialistas, la contabilidad del pasado ejercicio de 2012, también explicó que en lo tocante a la devolución del préstamo verbal humanitario se trata de una "operación de caja", y está recogido en los movimientos de la cuenta corriente, de la que es titular la concejala de Urbanismo y secretaria del grupos socialista, Áurea soto, en los conceptos de entrada y salida.

Nada nuevo para los populares y para Democracia Ourensana, que no descartan acudir a la vía judicial ante la "gravedad" que tiene el tema, además de considerar que las justificaciones dadas por el alcalde siguen sin aclarar todo lo relacionado con un préstamo con fondos públicos a un funcionario del Concello de Ourense.

Lo que no deja de sorprende a los dos grupos de la oposición, ya que por parte de los nacionalistas no hubo un pronunciamiento público al respecto, es que si todo está tan claro como dice el alcalde algunos miembros del gobierno no participaron en la concesión del préstamo y tuvieron conocimiento del mismo casi tres años después de que se tomase la decisión por parte del exalcalde, Francisco Rodríguez, y algunos de los concejales del denominado "núcleo duro", entre los que se encontraba el actual regidor, en aquellos momentos como edil de Hacienda.

Otra de las interrogantes que se plantean es como no se contempla en la contabilidad la salida de un dinero que procede de los fondos económicos asignados al grupo socialista.