Un día después de que el alcalde de Ourense, Agustín Fernández, reconociese y justificase la compra de bebidas alcohólicas y comida con fondos públicos del grupo municipal socialista para la celebración de fiestas al exregidor, Francisco Rodríguez, tras su imputación en la operación Pokémon de corrupción, la dirección del PSdeG le exige que frene el escándalo que ha provocado esta situación y, sobre todo, que dé explicaciones mucho más convincente a los ciudadanos.

Lo de que es legal comprar ron, ginebra, whisky, y otro tipo de bebidas, junto con pollo, conejo, arroz, y otros productos para comidas y cenas de ediles "paquistas", como aseguró Agustín Fernández, y que tenían como protagonista a su antecesor en el cargo, provocó la reacción de la organización socialista, tanto por parte de la dirección gallega como de la ejecutiva provincial, cuya permamente se reúne hoy.

Así, el secretario de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, aunque evitó pronunciarse sobre las supuestas irregularidades relacionadas con el gasto de los fondos públicos del grupo socialista, subrayó la necesidad de que "estas cuestiones internas se resuelvan dentro del propio partido". Y trasladó al alcalde, con el que mantuvo un encuentro, que resuelva una situación que dimensionó, más si cabe, la división entre los ediles socialistas, que lleva camino a que la ruptura que existe desde hace meses se pueda hacer oficial, con lo que eso lleva consigo, incluso la pérdida de la Alcaldía.

Días antes de que FARO revelase todo los relacionado con la contabilidad del grupo socialista en el Concello, el secretario de los socialistas gallegos se reunió con Agustín Fernández, y horas más tarde con ediles que se han mantenido fieles a la línea marcada por el partido en un intento de reconducir la situación y recuperar la estabilidad, algo que a día de hoy se presenta como misión imposible.

Los intentos de tender puentes saltaron por los aires desde el mismo momento en que se conocieron las cuentas del grupo municipal, y sobre todo los gastos y el préstamo de algo más de 21.000 euros a un funcionario en un supuesto "acto solidario" y también "altruista", y a los que eran ajenos un grupo de ediles. La dimensión que alcanzó el escándalo y las posterior justificación dada por el alcalde y portavoz del grupo, que avaló las cuentas, y de la edil de Urbanismo y secretaria del grupo, Áurea Soto, abrió de par en par la puerta del enfrentamiento.

De ahí que en una reunión de la agrupación local, de la que es secretaria la edil no electa, Carmen Rodríguez, a la que colocó el exalcalde, se acordó remitir un escrito a Ferraz, a la dirección nacional del PSOE, en el que se señala a la edil de Medio Ambiente, Susana Bayo, como responsable de "filtrar las cuentas", y de ser la causante de toda esta situación. De las supuestas irregularidades, ni una línea.

Ante esa amenaza concreta y sobre las cuentas con las consecuencias para el partido, el secretario provincial, Raúl Fernández, en la misma línea de Pachi Vázquez, reconocía que se trata de un asunto que "puede ser preocupante y que deben resolver los órganos del partido internamente, pero que no se debe trasladar inquietud fuera".

Es partidario de analizar las justificaciones, que ya son públicas, por otra parte, y no quiso entrar a valorar si son "irrelevantes --como acuñó el alcalde-- o relevantes". Las actuaciones "no las entienden los ciudadanos".

Bajo la misma pancarta, pero en la distancia - El secretario provincial del PSOE. Raúl Fernández, y la secretaria de la agrupación local y edil no electa, Carmen Rodríguez, visualizaron ayer, durante la manifestación del 1 de mayo, las diferencias que existen en el seno del partido, y que se hizo más patente después de conocerse las cuentas del grupo municipal en el Concello de Ourense. Saludo correcto, y poco más. No se cruzaron miradas, y al termino, cada uno con los suyos.