La empresa británica Xero intenta apuntalar el proyecto de la fábrica de coches eléctricos que quiere implantar en la provincia de Ourense, captando inversiones en el exterior, debido a las dificultades que tienen los empresarios de Vilamarín para aportar los seis millones de euros fijados para iniciar la actividad. La crisis económica y la falta de liquidez de las firmas de la zona lo está complicando todo. Sin embargo, el consejero delegado de la firma en España, Julio Mayorga, tras reconocer que el proceso "se está demorando más de lo previsto", anuncia que "no se tirará por la borda todo el trabajo realizado" –la Xunta se ha comprometido a aportar 11 millones de euros, de los 24 que suma la actuación en dos años–, por lo que mantienen contactos con posibles inversores de otros puntos de Galicia, del Estado y de fuera de España para empezar a trabajar en el prototipo del nuevo coche eléctrico.

Pese a las dudas que han surgido en torno a este proyecto, que fue presentado en su día –en época preelectoral– por los directivos de Xero, el conselleiro de Industria, Javier Guerra, y el entonces presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, Julio Mayorga explica que todavía "hay esperanzas" de que la fábrica se pueda implantar en la provincia de Ourense. Para eso, "se está terminando la ronda de financiación. En cuanto encontremos al inversor o los inversores, el plan seguirá adelante".

El proyecto permanece atascado por seis millones de euros. El consejero delegado de Xero admite que "no hay otras dificultades, solamente los seis millones", que podrían aportar cualquier entidad pública o privada. Y están encontrando más dificultades de las previstas, en un momento de dificultades económicas, para que empresas que no pertenecen al ámbito del automóvil se aventuren en esta iniciativa, por lo que la firma británica ya ha iniciado contactos con compañías del sector de la automoción.

Pese al tiempo transcurrido, Xero de momento no ha logrado respaldo ni para el 50% de la inversión de los seis millones que trata de captar en la zona, porque "se está buscando de una sola vez: un grupo coordinado o un inversor, para no tener muchos inversores. Es como quien dice: o todo o nada".

Media docena de concellos de la provincia de Ourense se disputan la inversión. El primero que lo presentó a bombo y platillo fue Melón y el último Vilamarín. Con todo, Julio Mayorga explica que el primer alcalde que consiga la financiación de los seis millones de euros "se lleva el gato al agua".