Cada uno de los procesos artesanales que han de darse para obtener una "poia" de Cea con el distintivo de "Indicación Xeográfica Protexida" tiene su secreto. La harina ha de ser en un 75% de trigo cosechado en Galicia, molido en piedra y con el método tradicional.

La fórmula del amasado también guarda un misterio que solo conocen los panaderos de Cea pero que ninguno consigue explicar, mientras que el horno en el que se cuece el pan tiene que ser de piedra calentada con leña de rápida combustión como el abedul, el salgueiro o el chopo, no olorosa ni resinosa.

Dieciséis hornos de Cea de los 18 inscritos en el Consello Regulador de este producto trabajaron sin descanso desde el sábado a las 21 horas y ayer todo el día para servir 2.500 piezas de este pan, llamadas "poias", que se vendieron durante toda la jornada dominical en la XX Festa do Pan de Cea, a 2,5 euros la unidad y por las que hicieron cola muchos de los más de 10.000 asistentes a la fiesta.

Según el presidente del Consello Regulador, Carlos Manuel Rodríguez Rodríguez, la fiesta ha batido en su vigésima edición el récord de visitantes, casi duplicando las cifras habituales en ediciones pasadas, que se situaban entre las 5.000 y las 7.000 personas.

La clave para incrementar la participación en este evento está en la reciprocidad y el excelente maridaje del producto que se exalta. Por un lado, el Consello Regulador del Pan de Cea participa anualmente en la mayoría de las ferias que promueve la Consellería de Medio Rural, y en numerosas celebraciones de carácter gastronómico y de restauración debido, precisamente, a que el pan es un acompañamiento indispensable en cualquier comida.

Su presencia en ferias y exaltaciones gastronómicas tiene ahora su recompensa recibiendo como visitantes a muchos de los "amigos" que el producto va dejando en su itinerario promocional por Galicia, Castilla y León, el País Vasco (en la feria Sabores de Bilbao) e incluso en Italia, donde participa junto con los Mariscadores de Carnota do Mar de Lira en la feria bianual de Turín que, según Carlos Manuel Rodríguez, "es el máximo exponente en comida tradicional".

Así que a Cea llegaron ayer autobuses con excursiones procedentes de Ponferrada, León, O Grove y La Bañeza, entre otros. Un orgulloso presidente del Consello Regulador presumía así de su producto: "Tenemos la suerte y la honra de que el pan marida con cualquier producto, aguanta cuatro o cinco días sin perder sus propiedades y contamos con unos panaderos entregados que han trabajado toda la noche para traer pan fresco".

Para servir al máximo posible de clientes, los artesanos contaron con 800 kilos de harina autóctona, preferentemente de Antas de Ulla, Monterroso, Lalín, Xinzo e incluso San Cristovo de Cea, y unos 400 de trigo foráneo, así como entre 5 y 10 kilos de fermento natural o masa madre para cada hornada.

Los actores televisivos Tucho González y Patricia Vázquez se encargaron del pregón.