Preocupación en Ourense por la posibilidad de que le confíen esta diócesis a Jesús Murgui Soriano, el actual titular de la sede de Mallorca, que no ha logrado integrarse en la isla, tras seis años de permanencia, por lo que solicitó un cambio de destino. Murgui es un hombre de "muy bajo perfil, que se rodeó de un círculo reducido y no supo abrirse a la sociedad", según el clero balear, por lo que "se siente incómodo".

Si no se produce ningún tipo de reacción en contra, Jesús Murgui Soriano es el más sólido candidato para hacerse cargo de la diócesis de Ourense, la única que permanece vacante de España, dado que al frente de la de Cádiz todavía está su titular, Antonio Ceballos, esperando a que le hagan el relevo por jubilación. El nombramiento de Murgui como obispo de Ourense podría hacerse en el mes de marzo, con la finalidad de darle tiempo para que pueda oficiar la misa de Pascua en Mallorca, a la que acuden todos los años el Rey Don Juan Carlos y Doña Sofía.

La clave de la falta de adaptación del valenciano Jesús Murgui Soriano en Mallorca es que "llegó a la isla sin conocer a nadie, salvo a Lluc Riera, con el que había estudiado en Roma", por lo que lo nombró vicario general. A partir de ahí, empezaron a proliferar sus enemigos, entre el clero balear, que lo acusa de dejarse manejar por su entorno, principalmente por el número dos de la diócesis.

Un miembro relevante de la iglesia ourensana tiene constancia de que se trata de "un hombre sin autoridad, que además no quiere ejercerla, porque se siente cómodo cediéndole la responsabilidad de mando a sus colaboradores". Reconoce abiertamente que su nombramiento "puede ser un auténtico desastre" para la diócesis de Ourense. "Eso es lo que tememos", concluye. Mientras que otro cura apunta: "Parece ser un hombre con una timidez excesiva, que no se comunica con nadie, e indudablemente eso no va a ser bueno". De todas formas, algunos albergan la esperanza de que, "tras la experiencia que ha tenido allí, a lo mejor viene con otra disposición".

El perfil de "hombre extremadamente tímido", que no le ha concedido ninguna entrevista a la prensa balear en los seis años que lleva de permanencia, no es la mejor carta de presentación que esperaban los curas de esta diócesis. "Nosotros deseamos a alguien que nos estimule y que nos impulse". Por lo que no descartan que pueda producirse "un parón, que frustre el nombramiento, al entender que no es la persona más idónea para hacerse cargo de la diócesis de Ourense.

El sector de los curas progresistas y galleguistas sugiere que en lugar de pedir un cambio de diócesis, lo que debería hacer Murgi es "presentar la renuncia". Y preguntan: "Si no le va el cargo de obispo, ¿por qué aceptó?". En cambio, un vicario de Ourense, tras aclarar que la decisión no está tomada todavía y que "tiene las mismas posibilidades que tuvieron en su momento Atilano Rodríguez y Raúl Berzosa –ahora al frente de las diócesis de Sigüenza-Guadalajara y Ciudad Rodrigo–, cuando fueron propuestos", defiende la necesidad de que se haga el nombramiento de nuevo obispo "cuanto antes".

"Los que hacen las críticas son siempre los mismos. También cuestionaban a Luis Quinteiro, argumentando que tenía un perfil bajo. Yo a eso no le concedo ninguna importancia, me parece una farsa", asevera.

Estas mismas fuentes confían en poder "hacer cambiar" a Jesús Murgui Soriano, para que venza su timidez y se abra al entorno que tendría en la diócesis de Ourense, en el caso de que se acabe materializando el nombramiento. El único vínculo que tiene con Galicia el prelado valenciano es que fue muy amigo del exobispo de Mondoñedo-Ferrol, Gea Escolano.

La prensa balear resaltó que Jesús Murqui "ya llegó acomplejado a Mallorca", por la importancia de su antecesor, Teodor Úbeda, además de reparar en que la puesta en escena de su primera eucaristía en la catedral dejó entrever algunos rasgos de su ideología. "Si Úbeda tenía fama de progre, él concelebró en el altar rodeado de los cardenales arzobispos de Madrid, Barcelona y Valencia, Rouco Varela, Ricard María Cales y Agustín García–Gasco, los más conservadores de la Iglesia española".

En el caso de que se llegue a realizar el nombramiento de Jesús Murgui, sería el segundo obispo valenciano que se haga cargo de la diócesis de Ourense. El primero fue Marcelino Siuri, en el siglo XVIII, "un hombre generoso y muy dinamizador, que hizo la iglesia Santa María Nai".