"La historia en cuanto a entretenimiento es un valor en alza", asegura el escritor e historiador natural de A Coruña Juan Granados. En la recta final de la Semana de la Literatura Histórica, aún con la visitas hoy de Cesar Vidal y, mañana, de Antonio Gala, Granados hizo ayer un recorrido por los viejos y nuevos caminos en la narrativa histórica. Explica que este género "siempre ha sido un fenómeno bien conocido".

Granada quiso recordar cuando Felipe González llegó al poder y declaró que el libro que estaba leyendo en aquel momento era "Memorias de Adriano" y, como media España, "se lanzó a leerlo". Pero al margen de estas tendencias, apunta como motivo del éxito para este género que "tiene el plus de dar información, frente a la narrativa convencional".

Por su parte, Marcos Calveiro, autor de obras como "Festina Lente" o "Settecento" en su parada en Auria, también en la tarde de ayer, aseguró que la "culpa" del éxito de la novela histórica es de Umberto Eco. "La novela histórica es una novela de género con la que la crítica tiene bastantes prejuicios, pero en el momento que aparece una obra como El nombre de la rosa, la crítica besa los pies a Umberto Eco y es un éxito entre el público", afirma Calveiro. Apunta también a que los últimos hechos históricos "han generado dudas sobre los pilares de la sociedad occidental y creó interés por mirar lo sucedido en el pasado".

Para llegar a crear una buena novela Granados aconseja "mucho ensayo y mucho error previo", además de una buena documentación. "La novela histórica debe escapar de lo fantástico, que no de la ficción y estar muy atenta a los anacronismos" asegura. Sin embargo Calveiro apunta más hacia la verosimilitud que hacia la rigurosidad, "se trata de crear una atmósfera hablando de elementos de la vida cotidiana que ayuden al lector a meterse en el ambiente" afirma.

Juan Granados, inmerso en la creación de novelas como las de Sartine y en libros históricos, considera legítimo que un autor deje pegada de su ideología en su obra "siempre que deje patente que se trata de eso", aunque él, dice, prefiere no hacerlo. La jornada de ayer se completó con la presencia de José de Cora, Ramón Loureiro y Víctor Freixanes.