Un auténtico "tsunami" interno. Esto es lo que desencadenó en el PP ourensano el anuncio hecho ayer en FARO DE VIGO por el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, de que no iba a abandonar todos sus cargos políticos para dedicarse a la vida familiar, como había afirmado hasta entonces, y que por contra había decidido optar de nuevo a la reelección como presidente del Pazo Provincial "para apaciguar al PP", argumentó.

Regidores afines a Baltar y que consiguieron con su apoyo que el hijo de éste, José Manuel Baltar, consiguiera la presidencia del PP provincial, como es el caso del alcalde de Melón, Alberto Pardellas, aseguran ahora que "Baltar vuelve a optar a la presidencia de la Diputación porque se lo pedimos sus alcaldes, pues sabemos que el hecho de que él se quede supone un seguro de vida para el partido en Ourense y en Galicia".

En igual sentido se manifestaba ayer otro de sus "barones" en la provincia, el alcalde de Xinzo Isaac Vila. "Es la mejor decisión que puede haber tomado; creo que hay más posibilidades de ganar si José Luis Baltar se presenta como candidato que si lo hace una persona que no es tan conocida; es cierto que es mayor, pero tiene ganas de trabajar, energía y euforia, así como una experiencia que ningún otro puede aportar", añadió el regidor limiano.

Rogelio Martínez, delegado territorial de la Xunta en Ourense y hombre de Núñez Feijóo en la provincia, optó sin embargo ayer por la prudencia, al señalar que "es lícito que Baltar u otro cualquiera quieran presentarse. No tengo nada que oponer al respecto, pero la decisión no la toma solo él, sino también el partido. Además, todavía falta un año para saber quién es el candidato".

Muy parco también se mostraba ayer el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, prácticamente "desaparecido" desde su fallida candidatura a la presidencia provincial del PP que ganó el hijo de Baltar. Su propuesta era la apuesta de Núñez Feijóo para cambiar el timón del PP en la provincia, pero Morán no quiere ahora entrar en pullas dialécticas y afirma que "lo único que importa en realidad es que el PP gane la Diputación, y no quién va a ser el candidato, pues esa decisión la tomará en su momento el partido y el presidente del PP de G".

Ni una palabra más, para no acentuar una bicefalia que ha tenido ya sus víctimas postcongresuales en Ourense, como es el caso del portavoz del PP de Galicia, Antonio Rodríguez Miranda, quien se vio inmerso en unas críticas por el supuesto cobro irregular de dietas de desplazamiento al Parlamento de Galicia a los pocos días del congreso que perdieron los suyos, los llamados "moranistas" .

Para Xosé Manuel Firvida, el portavoz del BNG en la Diputación Provincial de Ourense y uno de los "azotes" en la cámara hacia la política del presidente José Luis Baltar, "su regreso era algo cantado después de lo que ocurrió en el congreso provincial, con un PP dividido en dos facciones enfrentadas; si Baltar se va ahora, se perdería todo el control de la provincia".

Así que el hecho de que Baltar muestre su intención de repetir "no es para garantizar que el PP gane la Diputación, algo que va a depender más de la situación general gallega, sino que la clave es de orden interno, y él, estando dentro, puede seguir controlando a sus correligionarios".

De otro modo, no se explica ese cambio de actitud según Firvida, "pues antes del congreso José Luis Baltar había anunciado que se iba, pues estaba muy agotado", afirma, tras veinte años en la política activa.

En lo que no quiere entrar ningún miembro del sector crítico del PP es en las acusaciones de Baltar sobre determinados miembros del partido que no trabajan en las elecciones, pero como no da nombres concretos, ninguno de los supuestos sospechosos quiere darse por aludido.