El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, celebró hoy "la gran victoria de la democracia interna" en el PP de Ourense y demandó al sucesor de José Luis Baltar Pumar, su hijo y hasta ahora coordinador del partido en la provincia, José Manuel Baltar Blanco, que asume las riendas de la formación provincial con el apoyo del 60,19 por ciento de los compromisarios, que reedite los éxitos de su antecesor.

"Con eso me conformo", proclamó, convencido de que el "derby ourensano" entre Baltar Blanco y su rival, el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, zanja la polémica sobre la ausencia de democracia interna en el PPdeG. "Quedó claro que este no es un partido de caciques y que no decide con el dedo infalible de nadie", aseveró el líder 'popular' durante la clausura del XV Congreso del PP de Ourense.

En su intervención, rindió homenaje a Baltar Pumar y reivindicó sus resultados como fruto, recordó, de una biografía marcada "por el trabajo, por la ilusión y la colaboración" que --destacó-- confía en que reproduzca su sucesor, al que dio la "enhorabuena" por lograr la confianza de la mayoría de los afiliados.

También tuvo palabras de agradecimiento para Jiménez Morán, convencido de que su paso adelante al presentar una candidatura alternativa convirtió la cita de hoy "en un congreso". Lo mismo sucedió, a su juicio, con el cónclave que lo designó a él sucesor de Manuel Fraga en el año 2006, cuando rivalizó con el ahora presidente del PP lucense, José Manuel Barreiro, con Enrique López Veiga y con el fallecido José Cuíña en la primera fase de la carrera electoral.

No en vano, Feijóo recurrió repetidamente a la comparación entre ambos congresos a lo largo de su discurso, en el que reivindicó el papel de los afiliados, a los que agradeció su participación en el cónclave. "Sin vosotros esto no sería un congreso, sería un plebiscito", sentenció e insistió en que la "democracia interna" da buenos resultados y es sinónimo de "victoria" en las elecciones.

De hecho, pronosticó que la victoria que él protagonizó en las pasadas elecciones autonómicas tres años después de suceder a Fraga se trasladará a Ourense en el próximo reto electoral --los comicios municipales de 2011-- porque sus militantes estarán "a la altura de las circunstancias". "`Hay que volver a la calle!", llamó y recordó al nuevo presidente del PP ourensano que ahora soporta "el peso de la responsabilidad" marcado por los buenos resultados de su padre.

Derrotas "con nombre"

El jefe de filas del PPdeG, quien admitió que terminó ayer su discurso mientras regresaba de Lisboa y que dejó "dos líneas" libres a la espera de que los compromisarios designasen hoy al relevo de Baltar Pumar, subrayó que la "renovación" siempre constituye "una buena noticia", pero insistió en que ganar elecciones "no es fácil ni casual", por lo que exigió compromiso y trabajo "a pie de calle". Con todo, insistió en que en Ourense "las derrotas sí tienen nombre", en referencia a PSdeG y BNG.

Por último, Núñez Feijóo reivindicó los dos principios ideológicos que sustentan el PPdeG --el galleguismo y el reformismo". "Ser galleguista es estar orgulloso de ser gallego en España y ser reformista es ser inconformista con las decisiones que tomamos, porque siempre podían ser mejores", explicó, y concluyó que el PP es reformista y galleguista "en Galicia y en cada una de sus provincias".